Paola Ochoa, directora académica de la Espae-Espol. Foto: cortesía de Espae

Paola Ochoa, directora académica de la Espae-Espol. Foto: cortesía de Espae

Paola Ochoa: ‘El teletrabajo derrumba barreras’

28 de septiembre de 2020 11:22

Paola Ochoa, directora académica de la Espae-Espol analiza el impacto del teletrabajo en el desempeño de las empresas del país y cómo, de ahora en adelante, debe ser tratado este tema en las escuelas de negocios. Los temas de salud ocupacional merecen más atención.

¿Cuáles son los principales cambios que ha traído el teletrabajo a la dinámica laboral en el Ecuador?
La mayoría de empresas han debido adaptarse a dos procesos, la digitalización y el teletrabajo, para garantizar su continuidad operativa durante la pandemia. El teletrabajo ha derrumbado muchas barreras que teníamos con relación a la necesidad de control para cumplir las metas de trabajo y ha reforzado valores como la flexibilidad y el trabajo por objetivos. Pero, sin lugar a duda, las condiciones del teletrabajo deben ser contextualizadas en función del tipo de colaborador, las familias y las cargas familiares, que pueden incidir en su efectividad. Los cambios que ha traído el teletrabajo también se manifiestan en el campo de una nueva identidad organizacional, mayor informalidad, nuevos ritmos en el trabajo, entre muchos.

¿Cuáles son los efectos negativos del teletrabajo?
De esta nueva realidad se derivan riesgos psicosociales asociados al teletrabajo, específicamente durante la pandemia como el sentimiento de aislamiento, la sensación del aumento de carga laboral, la limitada interacción social con compañeros de trabajo, que no deben perderse de vista. Hace falta a nivel interno que la organización y el trabajador gestionen estos factores de riesgo con reuniones cortas, cultura de reporte, trabajo virtual en equipo, y a nivel más macropolíticas públicas que apoyen la modalidad del teletrabajo para las familias y por ejemplo, contribuyan a que las familias y, en particular, las madres tengan jornadas flexibles y apoyo para compatibilizar sus jornadas y cuidado de la familia.

¿Las empresas ecuatorianas estuvieron preparadas para asimilar esta modalidad?
Desde el 2016, en Ecuador ya existía un marco normativo que promovía el teletrabajo, pero los cambios no se decretan y muchas empresas no se habían sumado a esta modalidad antes del inicio de la pandemia (marzo, 2020). Las organizaciones ecuatorianas se sumaron rápidamente al teletrabajo al ver que el cambio era inminente, pero no había una preparación previa en general, con excepción de sectores como el informático que a nivel mundial trabaja en esta modalidad. A pesar del confinamiento, el teletrabajo está implicando una transformación de la gestión del trabajo, el colaborador es responsable de su tiempo y recursos sin un control presencial, impulsando el cumplimiento por objetivos, la autonomía y flexibilidad.

¿Qué pasa con las pymes y mipymes? ¿Cómo deben procesar este reto, más aún cuando hay evidentes limitaciones económicas que inciden en su desarrollo tecnológico?
Para las pymes tecnológicas o de sectores financieros el teletrabajo era ya parte de su realidad, pero para otras implica una nueva inversión en un panorama de incertidumbre, y dependerá para muchas de condiciones como la reactivación del sector donde se encuentren y su propia gestión de crisis. Si bien pueden tener limitaciones económicas, el factor tamaño en estas organizaciones puede facilitar que impulsen cambios más ágilmente. Hay estudios escasos, antes de la pandemia, como es el de Brother International Corporation, Visión Pymes 2020, que se llevó a cabo en Costa Rica, Colombia, Ecuador y Panamá, con datos tomados entre diciembre 2019 y febrero 2020, en el que se constata una tendencia favorable hacía el trabajo remoto, aumentando significativamente en el segmento de las pymes en un 19%, con relación a los resultados de la edición del 2019.

¿A cuánto puede ascender el impacto económico del teletrabajo en la economía?
En Ecuador, el estudio de Deloitte de agosto del 2020, para el que se encuestó a 103 ejecutivos, muestra que 24% de empresas manejaban sus operaciones bajo la modalidad de trabajo remoto, 65% redujeron sus operaciones presenciales y el 11 % continuó sus operaciones de forma normal. En general, los impactos económicos de la pandemia en Ecuador han sido reportados más desde el punto de vista de la destrucción de empleo por parte del INEC en su reporte de junio 2020. Se requieren más datos, es una oportunidad.

¿El teletrabajo en el sector público puede ayudar a mejorar los problemas de tramitología y que, incluso, frenan la competitividad?
En el sector público puede ser una gran oportunidad de digitalizar, generar más eficiencia, agilizar procesos y reducir tiempo en los trámites administrativos; pero, hay trámites que no estaban totalmente automatizados y son los que están operando lentamente o no están totalmente operativos. A la par se debe formar debidamente a los trabajadores, cambiar la cultura laboral y construir mecanismos de seguridad y confianza que validen los procesos administrativos vía ‘on line’.

Si no hay adecuadas políticas de salud ocupacional relacionadas con el teletrabajo, ¿cuáles son los riesgos?
El teletrabajo durante el confinamiento supone grandes desafíos a nivel de salud ocupacional para las organizaciones ecuatorianas, ya que siguiendo el modelo de Demandas y Recursos en el trabajo de Bakker y Demerouti, se están aumentando las demandas o exigencias al trabajador y los recursos organizacionales e individuales no necesariamente han crecido, así que hay más posibilidades de desequilibrios en la salud, agotamiento y estrés. Entre los riesgos psicosociales que el trabajador puede experimentar está el cambio en las relaciones sociales laborales, limitación del contexto social, aislamiento del entorno empresarial, nuevas exigencias psicológicas y laborales, no adecuación del espacio físico y ergonómico, hiperconexión o tecnoestrés, sobrecarga de información y manejo de las exigencias familia-trabajo. Pero, la otra moneda de estos factores son las ventajas del teletrabajo, que aún en pandemia se han experimentado, como la reducción de movilidad y contaminación, impulso de nuevas tecnologías, flexibilidad, mayor conciliación vida-trabajo.

¿Qué lecciones deja hasta el momento el teletrabajo a las escuelas de negocios?
Para las escuelas de negocios este cambio histórico es una gran oportunidad de reevaluar sus propuestas educativas, enfocarse en seguir creando espacios para apoyar modelos de negocios que cada vez tienen que ser más sostenibles y que apoyen economías inclusivas. Las escuelas necesitan estar a la vanguardia de las tendencias y necesidades del mercado, y profundizar en las expectativas de los alumnos, para garantizar que la formación de nuevos gerentes responda a los retos y demandas de la sociedad y del entorno.

Hoja de vida
Su formación.   Doctora en Psicología de la Universidad Autónoma de Barcelona, España. Es mención de Honor Magna Cum Laude (Universidad Central de Venezuela), Cum Laude (Universidad de Salamanca), Cum Laude (Universidad Autónoma de Barcelona) y Premio Grado de Salamanca (USAL).

Su experiencia.  Ha combinado su carrera como Responsable de Recursos Humanos del sector petrolero, con actividades de Consultoría en transnacionales del sector minero y siderúrgico en Venezuela. Además tiene una faceta académica e investigadora en Venezuela, Ecuador y España. Actualmente es profesora e investigadora de la Escuela de Negocios Espae.