En las principales capitales del mundo se activan temporadas de descuentos por Navidad. En la foto, Londres. Foto: EFE

En las principales capitales del mundo se activan temporadas de descuentos por Navidad. En la foto, Londres. Foto: EFE

Tentaciones financieras del fin de año

21 de diciembre de 2020 16:46

En épocas de Black Friday, Navidad y Año Nuevo el consumidor está bombardeado por una serie de ofertas que, al oído, suenan como favorables por la facilidad de pago que representan; siendo las más usadas las denominadas ‘cuotitas’ y los conocidos períodos de gracia que, al final, bajo un ejercicio de “efecto facilitación del financiamiento”, buscan postergar los pagos por las deudas adquiridas, convirtiéndose, así, en esas tentaciones para el financiamiento de las compras de la temporada.

Sobre estas opciones de endeudamiento que, bien manejadas, no son malas, es importante que el comprador tome algunas precauciones para evitar, en el futuro inmediato, el aparecimiento de fuertes dolores de cabeza por deudas que, debido a la activación del efecto acumulación en el tiempo de los pagos diferidos, se pueden convertir en un serio escenario de sobreendeudamiento.

Esto, el primero de enero del nuevo año, es el causante de los estragos indeseables de lo que muchos lo han sentido como una especie de “chuchaqui financiero” de inicio de año; pasando, así, de la felicidad de las fiestas a las multidolencias que podrían afectar la tranquilidad personal y de toda la familia por una buena parte de los meses del año que empieza.

En el caso de las ‘cuotitas’, algo que se debe considerar es el cálculo previo, a la decisión a tomar, del interés financiero que, generalmente, está detrás de la facilidad de pago otorgada. Ya que, cuando se suman todas las ‘cuotitas’ de la compra a realizar -muchas de ellas a 12, 24, 36, etc. semanas, meses u otra unidad de tiempo-, resulta que el interés pagado es exorbitante frente a lo que hubiese sido, si se escogía otra forma de financiamiento. De ahí, la importancia de comparar varias opciones, antes de seleccionar el mecanismo de endeudamiento facilitador de los pagos futuros.

Por su parte, cuando se escoge la opción del “período de gracia” -a pesar de que la oferta de financiamiento puede ser sin intereses-, el peligro viene por el lado de que, los pagos, al no hacerse de manera inmediata se van acumulando.

Y, claro, si no se hacen los cálculos matemáticos respectivos del efecto acumulación de obligaciones que, al final, tiene un límite que es la capacidad de generación de ingresos mensuales de la persona o familia que escoge esta opción; simplemente, lo que se habrá generado es el punto de partida de un problema financiero, debido a la seria dificultad futura de cubrir, con los ingresos disponibles, las deudas contraídas.

Y, claro, el cóctel ‘cuotitas’ y período de gracia, se combina de tal forma que la persona y las familias terminan acumulando una carga financiera que, con valores, aparentemente, pequeñitos de los pagos a realizar, se vuelve difícil de cubrir, ya que, los USD 15 de un pago, más los 10 del otro, los 18 del siguiente y, así, sucesivamente, coinciden en fechas parecidas para su cobertura.

Es ahí cuando el estado situacional financiero revienta con todos los problemas que se generan en términos de disponibilidad de dinero y también de la paz que tanto necesitan las buenas relaciones familiares; más aún, ahora, en épocas de una pandemia que sigue en evolución.