Los hombres tienen un espacio en Ecospa para realizarse terapias. Foto: LIDERES

Los hombres tienen un espacio en Ecospa para realizarse terapias. Foto: LIDERES

Con terapias saludables crece su emprendimiento

13 de diciembre de 2015 12:29

En Ecospa se especializan en tratar el estrés y la obesidad. Para su gerenta Jacqueline Armas el plus de su negocio ha sido priorizar la salud antes que la belleza. Ella y su hija Gabriela Sánchez estudiaron en Italia fisioterapia geriátrica y estética corporal. Armas trabajó en un hotel que hacía turismo para la salud.

Al retornar a Santo Domingo de los Tsáchilas, en 1998, ella decidió instalar un spa junto a sus hijas Gabriela y Nathaly Sánchez. Fue el primer negocio de esta área que se instaló en el cantón. Por eso, dicen, debieron ‘culturizar’ a las personas sobre la importancia de la nutrición, relajación y la vida saludable. “Vemos el cuerpo como un templo. Pero las personas de aquella época no estaban acostumbradas a estos negocios”.

Ecospa se instaló a las afueras de la ciudad, pero con el crecimiento acelerado de la urbe al poco tiempo el sector empezó a poblarse con mecánicas y negocios ruidosos. Eso molestaba a los clientes, así que en el 2004 decidieron instalarse en un nuevo lugar, ubicado en el kilómetro 5 de la vía Alóag - Santo Domingo.

Armas recuerda que el terreno era una montaña de una hectárea. “Tuve miedo de que mi negocio no funcionara, pero me arriesgué”. El costo del predio fue de USD 120 000. En la construcción del spa se invirtieron USD 80 000.

Desde entonces, ellas empezaron a promocionar un spa especializado en salud integral; es decir, buscar un balance entre la mente, el cuerpo y el espíritu. “El ambiente alejado de la ciudad y rodeado de naturaleza permite una mayor concentración y relajación de los pacientes”, señala la administradora Nathaly Sánchez.

Los primeros años su publicidad estaba dirigida a las mujeres, que buscaban un peso ideal. Pero luego incluyeron servicios para que las personas se relajen. “La dinámica en los trabajos empezó a cambiar. Las personas comenzaron a sufrir de estrés y eso les derivó a otras enfermedades”.

Entonces, ofrecieron masajes descontracturantes con piedras calientes y aceite de hierbas y especias medicinales como el romero, eucalipto, manzanilla y canela.

Pero al poco tiempo empezaron a abrirse nuevos spa y centros de belleza en la ciudad. Armas recuerda que pensó que el negocio no funcionaría. Pero decidió incorporar nuevos servicios como el turco, hidromasaje y una piscina para hacer hidroterapias, que consisten en una relajación profunda, a través de baños de cajón, bañera de burbujas, tinas de fango.

Además, aumentaron los masajes con especias y chocolate y los lavados colónicos. “Nuestros servicios ya no solo buscaron saciar las necesidades de las mujeres sino de la familia”.

Raúl Londoño es uno de los clientes de Ecospa. Él se realiza tratamientos antiestrés. “Tenía una postura inadecuada que hacía que tuviera dolores en la espalda. Las terapias aliviaron el dolor”.

Según Armas en el 2015, la cartera de clientes masculinos aumentó. De las 10 personas que se atienden a diario, tres son hombres.

De esa forma, Ecospa logró mantener su cartera de clientes, que anualmente es de 5 000 personas de Santo Domingo, Quito, Guayaquil, El Carmen, La Concordia, Quinindé y turistas de Estados Unidos, España e Italia.

Pero los desafíos continúan, porque para Armas, los negocios que no innovan tienen pocas probabilidades de surgir.

Este año instaló en el spa un restaurante saludable, para ayudar con una dieta alimenticia a sus clientes que realizan terapias para bajar de peso. Los platos son bajos en grasa y calorías. Además se elaboran con productos orgánicos seleccionados. También construyeron un salón de eventos cerca de la piscina.

Para el 2016 tiene previsto instalar una hostería para la salud en Santo Domingo. Este año iniciaron con la construcción de algunas habitaciones. La infraestructura se levantará de a poco. Tienen previsto invertir alrededor de USD 50 000.