Paulina Tapia atiende a visitantes del local de Espumilla Bate que Bate, ubicado en el Valle de Cumbayá. Foto: cortesía Espumilla Bate que Bate

Paulina Tapia atiende a visitantes del local de Espumilla Bate que Bate, ubicado en el Valle de Cumbayá. Foto: cortesía Espumilla Bate que Bate

La tradición y la innovación se fusionan

19 de noviembre de 2020 15:36

Espumilla Bate que Bate fue creada por Cecy Tapia, quien solía preparar el tradicional postre a sus hijos cuando eran pequeños y durante las fiestas familiares.

Tapia se inspiró en esa tradición para dar inicio a un emprendimiento familiar, del que ahora están a cargo sus hijos Marco y Paulina Tapia, con apoyo de otros miembros del hogar. Su fundadora supervisa el negocio.

El primer local lo instalaron en octubre del 2015, en la avenida Real Audiencia, en el norte de Quito, con una inversión cercana a USD 10 000. Hace año y medio abrieron una segunda sucursal en el valle de Cumbayá.

“El éxito del negocio está en que el producto es 100% natural y mi mamá sabe muy bien el punto en que debe estar la fruta para que salga bien”, comenta Paulina.

El emprendimiento no solo ofrece la tradicional espumilla de guayaba, también tiene de maracuyá y de mora, este último solo los viernes. El producto se puede servir acompañado con gelatina, frutas y flan; en vaso o tulipán.

También vende granizados, en tres presentaciones: candy (sabor a algodón de azúcar, chicle y tutifruti, acompañado de chicles, gomitas y masmelos), ácido (sabor a limón, maracuyá y mango verde, con maracuyá en fruta) y tropical (combinación de dos sabores de frutas). Otra bebida es la limonada de hierbabuena .

En Cumbayá, ofrecen, además, nachos con queso, y en la Real Audiencia, helados de frutas y brownie con espumilla.

Pamela Cevallos, cliente de Bate que Bate, consumía espumillas de pequeña, en casa de su abuela. Ahora lleva a sus tres hijas de 15, 11 y 7 años, a los locales de la familia Tapia. “Muchas tradiciones se van perdiendo. Me parece importante que ahora existan negocios como este en zonas distintas al centro, adonde solía ir a comprarla”.

A Cevallos le gusta la espumilla de guayaba y la de maracuyá, que le parece una innovación. Otro de los productos que disfruta con sus hijas es el granizado ácido.

Francisco Salazar suele visitar los fines de semana el local de Cumbayá, junto a su novia. “La espumilla es de calidad, el sabor es muy rico. También me gustan los granizados y los nachos”, comenta este cliente, quien destaca la excelente atención.

En el 2019, Espumilla Bate que Bate facturaba un promedio de USD 2 500 al mes; la pandemia ha afectado fuertemente al negocio, que se mantuvo cerrado por seis meses, explica Tapia. En septiembre, con inyección de capital, reabrió en la Real Audiencia y a finales de octubre, en Cumbayá.

Luego de hacer pruebas para preservar la calidad del producto, decidieron hacer entregas a domicilio, por medio de conocidas aplicaciones de ‘delivery’ y a través de una empresa independiente.

Los locales
Horarios. Los establecimientos de Espumilla Bate que Bate abren de miércoles a domingo. En la Real Audiencia, desde las 12:00 hasta las 18:00. En Cumbayá, de 12:00 a 18:30.

Servicio. El negocio atiende en sus locales con las medidas de bioseguridad exigidas.

La visió
n. Bate que Bate busca expandirse a otras ciudades del país o incrementar los puntos de Quito, bajo la aplicación del modelo de franquicia.

10 000 dólares fue el capital inicial para arrancar el emprendimiento postres tradicionales.