Carlos Alvarado ofrece a los turistas la posibilidad de aprender a elaborar melcocha en un árbol de guanábana.

Carlos Alvarado ofrece a los turistas la posibilidad de aprender a elaborar melcocha en un árbol de guanábana. Foto: Mario Faustos / Líderes

El tren activa el turismo del cantón Milagro, en Guayas

25 de marzo de 2019 14:19

El recorrido del Tren de la Dulzura entre Durán y Naranjito es llamado así porque entre el paisaje de cultivos de banano, cacao y extensos arrozales, también hay plantaciones de caña de azúcar, tradicionales de esa zona de la provincia del Guayas. Una parada de cerca de tres horas en Milagro ofrece la posibilidad de visitar haciendas del sector.

Entre las fincas que promueven sus paseos a la zona rural del cantón está la Quinta Agroturística La Orilla, en la ribera del río Milagro, que le ofrece a los turistas la práctica de ‘tubing’, en la que los visitantes bajan por el río en tubos inflables de las llantas de vehículos.

En la finca de la parroquia rural Mariscal Sucre, a 10 minutos de Milagro y a una hora de Guayaquil, se puede almorzar secos de gallina o de chancho, ceviches, etc., y participar en la producción de melcocha. El dulce se elabora con la panela que se produce a partir de la caña de azúcar, en los trapiches artesanales de la zona.

La Quinta La Orilla y la Quinta Forestal El Bosque en Milagro, a su vez, hacen parte de la Ruta del Azúcar, de la Prefectura del Guayas, que promueve los atractivos de seis cantones ubicados en el este de la provincia. La oferta aprovecha la relación de la producción local de caña, el tren y el pueblo campesino montuvio.

“La idea era conectar con los conceptos de la Ruta del Azúcar y el Tren de la dulzura; por eso les proponemos a los visitantes elaborar melcochas y la miel de caña, al tiempo que los acercamos a las tradiciones de la zona”, señala Verónica Coloma.

El Bosque, finca a la que se ingresa por el km 2,5 de la vía a Naranjito, ofrece un área recreacional con piscinas, canchas, juegos y hamacas y un bosque con senderos y laguna en la que se puede acampar.

El itinerario que propone la Prefectura destaca a decenas de viveros de plantas ornamentales, jardines en los primeros ocho km de la vía Milagro-Naranjito.

Narcisa Miranda, milagreña de 34 años, comercializa en el vivero Joan Jesús 300 variedades de plantas tropicales. “Las plantas más solicitadas son las diversas variedades de la ixora”, dice Miranda, que produce las matas desde hace 12 años en una finca cercana y quien se autoidentifica como parte del pueblo campesino costeño. “Los precios parten desde USD 0,50 centavos hasta 300”.