Abraham Calazacón es el líder del centro  turístico, que lleva su nombre. Está ubicado en el kilómetro 7 de la vía Santo Domingo - Quevedo. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES

Abraham Calazacón es el líder del centro turístico, que lleva su nombre. Está ubicado en el kilómetro 7 de la vía Santo Domingo - Quevedo. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES

Los tsáchilas rescatan su cultura con turismo

18 de enero de 2017 11:26

Dos años tardó la familia Calazacón para construir 12 cabañas en las que se desarrolla el Proyecto Cultural y Turístico Abraham Calazacón.

Este emprendimiento busca rescatar la cultura y las tradiciones de la nacionalidad Tsáchila a través del turismo.

Por eso, cada cabaña es un museo etnográfico en el que se expone al turista los oficios ancestrales como la elaboración de tejidos, artesanías e instrumentos musicales, entre otros.
Además, tienen un consultorio médico subterráneo, que se denomina la casa del chamán. Ahí un ‘vegetalista’ trata enfermedades como la diabetes, el colesterol elevado, entre otras. Lo hace con plantas nativas, que se encuentran en los senderos tsáchilas y que pueden ser observadas por los turistas.

Abraham Calazacón es el líder del proyecto. Él señala que la construcción del centro lleva grabado el esfuerzo de su familia.

Unas 10 personas trabajaron en sus tiempos libres para adecuar el terreno de una hectárea y que pertenece por décadas a la familia Calazacón de la comuna Chigüilpe, en Santo Domingo de los Tsáchilas. “Apenas había un tiempo entre las labores agrícolas, toda mi familia trabajaba en recolectar el pambil, la caña guadúa y la paja toquilla del bosque tsáchila”.

La inversión total fue de USD 30 000. Con esos recursos se pudo reconstruir los instrumentos musicales y las máquinas de los telares donde se fabrican las chumbillinas (faldas) típicas de la nacionalidad.

Además se invirtió en la capacitación de 30 niños y jóvenes que son los guías turísticos del lugar. Shyrley Calazacón, de 19 años, es una de ellos. La tsáchila explicó que además de la riqueza cultural que se le enseña a los turistas. También se están rescatando los deportes y oficios en el bosque como la caza.

Por ejemplo, se realizan excursiones para conocer las plantas sagradas de la nacionalidad. Ahí el turista puede conocer árboles milenarios como el pechi, que tiene el poder de generar energía positiva al turista, según la creencia tsáchila.

Además se puede realizar canoping, buceo y pesca deportiva. El ingreso a las instalaciones tiene un costo de USD 3. Mientras que los recorridos y deportes acuáticos tienen un precio de USD 5.

Abraham Calazacón señala que el centro turístico se inauguró hace cuatro meses. Desde entonces la acogida ha sido buena. En los dos primeros meses recibieron a 400 turistas aproximadamente.

Mientras que solo en diciembre tuvieron 500 visitantes. Eso debido a que se promocionaron los baños de endulzamiento y florecimiento para iniciar el 2017 cargado de energías y pensamientos positivos.

Lourdes Peña vive en Quevedo. Ella señala que cada año se realiza baños de la buena suerte en fin de año. “Vi en las redes sociales las fotos que compartió un amigo. Así que averigüé y los precios eran cómodos y el ambiente familiar así que fui con mis hijas”.
Ella señala que le llamó la atención que el centro turístico está rodeado de naturaleza. “Se puede respirar aire puro. No hay ruido ni contaminación de los ríos. Es perfecto para desestresarse”.

Otra de las actividades que se pueden realizar en el centro turístico es observar una presentación artística realizada por los niños de la etnia. Ellos tocan la marimba, el bombo y el shuade (que es un instrumento que emula el sonido de la lluvia y las cascadas).

Asimismo, el turista podrá aprender cómo se realizan las artesanías tsáchilas. Génesis Calazacón les explica el proceso de recolección y secado de las semillas con las que se elaboran collares, pulseras, anillos y amuletos de protección y buena suerte. Las artesanías tienen un costo aproximado de entre USD 1 y 10.