El tsáchila Budy Calazacón les mostró las plantas de cacao nacional orgánico a los turistas extranjeros. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES

El tsáchila Budy Calazacón les mostró las plantas de cacao nacional orgánico a los turistas extranjeros. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES

Turismo vivencial para el extranjero

23 de mayo de 2019 10:57

Los hermanos Byron y Budy Calazacón crearon el centro cultural y turístico tsáchila Seke sonachun, en la comuna Chigüilpe.

Hace nueve años ellos se plantearon la idea de mostrar la cultura tsáchila a través del turismo.

En un terreno de más de una hectárea, que pertenece a su familia, decidieron construir cabañas típicas, senderos y sembrar plantas nativas y frutas orgánicas.

Ellos recuerdan que el lugar era un pastizal y que con ayuda de familiares debieron podar el terreno y repoblarlo con árboles nativos como el ceibo.

Con el proyecto armado, los jóvenes decidieron recorrer el país para mostrar la cultura tsáchila e invitar a los turistas a Santo Domingo. Ellos se encargaban de repartir folletos y exponerle al turista por qué visitar Santo Domingo de los Tsáchilas.

De a poco, empezaron a llegar los primeros viajeros a Seke sonachun, que en tsa’fiki (el idioma nativo) significa Buen vivir.

Byron decidió replicar esa fórmula en Europa y Centro América. Con poco presupuesto - menos de USD 400 - viajó a lugares como España, Francia, entre otros.

Ahí empezó a visitar cafeterías y centros turísticos, donde dejaba afiches o folletos con información sobre las tsáchilas.

El primer grupo de turistas europeos llegó a través de esa publicidad. En el centro cultural, los hermanos no solo le ofrecieron hospedaje típico - en cabañas de caña guadúa, pambil y paja toquilla - sino que les brindaron la experiencia de conocer de primera mano cómo viven los tsáchilas.

Incluso, organizaban fiestas de integración, rituales típicos, dinámicas de convivencia y también tours para recorrer cascadas, bosques o la ciudad más cercana.

Budy, en cambio, se encargó de atraer al turista que visita a otras nacionalidades indígenas de la Sierra y el Oriente. “En el exterior se conoce poco de los tsáchilas, pero al hacer alianza con otras etnias ellos nos recomiendan y, antes de ir a la playa, el turista pasa a conocernos y se queda más días de lo planificado”.

Calazacón ofrece una comisión de entre 5% y 10% a los centros turísticos que lo recomiendan. Esa es una motivación para que lo sigan haciendo.

Budy señaló que los viajeros que llegan a Seke sonachun buscan aprender sobre el idioma o a construir cabañas. “Es un intercambio cultural, nosotros conocemos sus costumbres y ellos las nuestras”, afirma el emprendedor.

Este centro cultural recibe entre diciembre y abril a 40 extranjeros. Mientras que de junio a octubre alrededor de 80. Con cada grupo se trabaja en un proyecto, ya sea para reforestar el bosque, cultivar cacao o adecuar las cabañas.

El turista nacional llega en feriados o en fechas especiales como la fiesta Kasama (Nuevo Amanecer) o para las limpias de Año Nuevo.

Agathe Eiselé y Alejandro Vallet iniciaron un recorrido por Centro América. En Honduras se encontraron con un grupo de amigos que había viajado a Ecuador. Ellos les hablaron de los tsáchilas.

A través de Internet vieron fotos e hicieron la reservación. “Nos gustó que pudimos hospedarnos con nuestra mascota Guaca y ella tiene espacio verde para jugar”, dice Eiselé, quien quedó impresionada con la planta de cacao.

Ella afirma que en Suiza, de donde es oriunda, se hace uno de los mejores chocolates, pero nunca había probado el cacao recién cortado. “Hasta ahora me ha encantado la naturaleza y la cultura de los tsáchilas”, manifiesta.

Para esta semana llegará otro grupo de 10 extranjeros desde Alemania y Holanda. Ellos se hospedarán por alrededor de 15 días en el centro cultural. Uno de los proyectos en los que trabajarán será en la construcción de una cocina comunitaria.

Para ello deberán internarse en el bosque para obtener la caña guadúa, el bambú y la paja toquilla. Luego deberán aprender sobre el secado ancestral y las técnicas de construcción.
Además, aprenderán sobre las costumbres y tradiciones nativas. Conocerán los ríos y cascadas, ceremonias ancestrales, entre otros.