Johny Villacís y Henry Gómez son dos de los cuatro fundadores de AgroScan, empresa que analiza cultivos con drones. Foto: Patricio Terán / LÍDERES

Johny Villacís y Henry Gómez son dos de los cuatro fundadores de AgroScan, empresa que analiza cultivos con drones. Foto: Patricio Terán / LÍDERES

Redacción Quito
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Desde el aire, los drones ayudan a mejorar la agricultura local

24 de octubre de 2016 12:25

Con el objetivo de innovar para la agroindustria, el equipo de seis estudiantes de la Universidad Politécnica Salesiana (UPS) inició el proyecto AgroScan. Este emprendimiento universitario brinda servicios de agricultura de precisión a través de drones que capturan fotografías con cámaras multiespectrales instaladas en el ala fija.

El drone sobrevuela las plantaciones de cualquier cultivo para detectar problemas como estrés vegetal, distribución hídrica, plagas y coordenadas de áreas de fumigación. Una vez recogida la información esta es procesada para posterior análisis.

El proyecto inició en 2015 en un viaje a Machala. Johny Villacís, gerente y encargado del diseño electrónico e inteligencia artificial, se percató que en las plantaciones de banano se realizaba una fumigación indiscriminada. “En ese momento pensé que podíamos solucionar el problema para que tanto la fumigación como otros procesos de la agroindustria sean más precisos y productivos”, dice.

En Quito, los estudiantes conocieron a Manuel Vega, fundador de Lynx y Coworking Cuenca, en el Campus Party 2015. El trabaja con proyectos de la UPS, ofreciéndoles incubación y herramientas de emprendimiento.

Una vez que supo del proyecto de los estudiantes lo impulsó a través del coworking de la Univeridad, denominado StartUPS. “A través del programa queríamos presentar un proyecto con bastante potencial (...) creo que logramos algo diferente en el país y la agroindustria”, explica Vega.

Con una inversión inicial de USD 8 000, el equipo conformado por Diego Román, Henry Gómez, Jorge Hernández, David Bonilla, Valeria Villacís, Andrés Chiriqui y Johny Villacís empezaron la investigación, que duró tres meses.

“El enfoque inicial fue trabajar con las bananeras así que nos volvimos expertos en este tema. No solo teníamos que crear los procesos sino saber sobre la industria y las plantas”, agrega Villacís.

Los estudiantes unieron sus conocimientos en electrónica, sistemas, finanzas y aeromodelismo para crear el primer prototipo de drone. Estaba hecho de madera de balsa y un sistema de videojuego con una cámara infrarroja básica, que es la clave para su negocio.

Esto se debe a que AgroScan funciona a través de la medición por fotografías infrarrojas de los niveles de radiación solar en las plantas. La cámara lee los porcentajes de radiación en diferentes rangos del espectro de luz (rojo, azul, verde, rojo de borde e infrarrojo). Este último es el que más se manifiesta cuando la vegetación se encuentra totalmente sana.

Henry Gómez, gerente tecnológico, explica que la información recibida se contrasta con índices internacionales de agricultura de precisión y, su base de datos, para revisar desde la falta de nutrientes hasta niveles de clorofila.

Una vez que ajustó la investigación y el prototipo estaba listo, el equipo participó en el concurso Innobis para emprendimientos, del Grupo Nobis. De las 210 aplicaciones, el proyecto ganó el primer lugar a inicios del 2016.

El premio incluyó USD 50 000 en capital de riesgo por un paquete accionario del 10% y le brindó a los jóvenes una oportunidad de establecer contacto con empresas interesadas en el servicio, especialmente la Azucarera Valdez.

En ese momento tuvieron que cambiar su modelo de negocios y estrategia, inicialmente pensado para el sector bananero. Los emprendedores arrancaron una nueva investigación sobre caña y empezaron a trabajar con Valdez.

El problema a resolver era lograr la detección de mala yerba, realizar un conteo de plantas y despoblación de los vegetales.

Para esto realizó una nueva inversión de USD 40 000 para construir un nuevo drone hecho con fibra de carbono, una cámara multiespectral de cinco obturadores y herramientas de vuelo.
“Contamos con la tecnología más avanzada en drones. En la tablet, con Google Maps, trazamos la ruta y el drone puede cubrir unas 250 hectáreas en una hora”, asegura Villacís.

Al momento estiman reducir los costos de Valdez y otras grandes empresas entre un 15 y 25%. Por ejemplo, el conteo de hileras de planta para revisar los niveles de despoblación implica la contratación de 15 jornaleros y un duración de una semana y media aproximadamente.

AgroScan ofrece hacerlo en pocas horas de vuelo y con un margen de error del 2%. En noviembre esperan concretar el contrato con la empresa y poder incrementar la cantidades de drones. Esto les permitirá ofertar a otras compañías.

EN CIFRAS

USD 40 000. Fue la inversión para producir el drone y adquirir la tecnología necesaria.

2%. Este es el margen de error de los análisis de cultivos realizados.

15 a 25%. Es el ahorro en costos que la agricultura de precisión puede generar.

250. Las hectáreas cubiertas en una hora de vuelo.

Seis. Son las personas del equipo en áreas de electrónica, sistemas, finanzas y aeromodelismo.