Los pequeños productores de la Sierra centro, como de tomate riñón, acceden a créditos verdes para producir sus cultivos, sin el uso de químicos en fertilizantes y otros insumos. También cuidan el agua. FOTOS: Cortesía: Conafips

Los pequeños productores de la Sierra centro, como de tomate riñón, acceden a créditos verdes para producir sus cultivos, sin el uso de químicos en fertilizantes y otros insumos. También cuidan el agua. FOTOS: Cortesía: Conafips

USD 639 millones se destinaron a inversiones de poducción sostenible

16 de mayo de 2022 21:56

Las cooperativas de ahorro y crédito y los bancos privados están enfocados en fomentar las inversiones sostenibles en las actividades productivas para reducir el impacto ambiental en el planeta.

En el primer grupo están 45 entidades, informa Roberto Romero, presidente del Directorio de la Corporación Nacional de Finanzas Populares y Solidarias (Conafips).

Ellas han recibido USD 127 millones de la Conafips para que otorguen créditos verdes a sus socios. La Conafips, como banca de segundo piso, diseñó productos financieros para que las cooperativas accedieran a recursos con responsabilidad ambiental y social, para promover una producción responsable.

Con el apoyo del PNUD y la CAF, la Conafips recibió recursos técnicos no reembolsables para instalar en esa entidad el Sistema de Análisis de Riesgos Ambientales y Sociales (Saras). Este recoge las mejores prácticas internacionales para administrar los riesgos ambientales y sociales; son parámetros que deben cumplir las cooperativas y socios para la operación de los créditos.

Romero dice que Saras se ha instalado en 76 cooperativas, de las que 45 recibieron USD 127 millones en recursos verdes, que provienen de entidades multilaterales. El objetivo es que las 481 tengan ese sistema.

En la Asociación de Bancos del Ecuador (Asobanca), el Comité de Finanzas Sostenibles realizó -por primera vez en 2020- el registro de los montos colocados bajo la etiqueta de créditos verdes.  En ese año, la banca colocó USD 200 millones para las pymes, personas, clientes corporativos, empresarial y comercial. Al siguiente año fueron USD 312 millones.

Asobanca comenta que si bien desde 2012 se comenzaron a registrar productos crediticios dirigidos a proyectos con enfoque ambiental, menciona que incluso antes de ese año ya financiaban iniciativas amigables con el medioambiente.

El gremio afirma que en 2016 se marca un hito para el financiamiento sostenible, ya que se decidió desarrollar y firmar un Protocolo de Finanzas Sostenibles, una iniciativa estratégica para contribuir en la lucha contra el cambio climático. Los bancos también ejecutan el modelo Saras desde 2017. La primera emisión del bono verde lo hizo Banco Pichincha, por USD 150 millones.

Otra entidad, Produbanco, tiene el programa Líneas Verdes, dirigido a empresas que apoyan la evolución de la producción hacia una gestión económica social, ambientalmente eficiente y sostenible. Las categorías son: negocios verdes, energía renovable, eficiencia energética, eficiencia de recursos y certificaciones de sostenibilidad.

Desde 2016 hasta abril 2022 ha entregado USD 387 millones al sector productivo, para el desarrollo de proyectos. De esa manera han reducido 374 millones de toneladas de CO2, informa Produbanco.

La entidad indica que desarrolló alianzas con consultores externos especializados y avalados por organismos locales y del exterior, para dar un acompañamiento completo al cliente en todos los impactos ambientales del proyecto.