Los estudiantes tienen más opciones de estudiar y realizar otras tareas en las clases virtuales. Foto: Cortesía.

Los estudiantes tienen más opciones de estudiar y realizar otras tareas en las clases virtuales. Foto: Cortesía.

La virtualización de las clases tiene más desarrollo

25 de febrero de 2022 12:57

Las universidades crearon o adaptaron sus plataformas para que los alumnos estudien en tiempo real

El confinamiento significó un desafío para las universidades y puso a prueba sus plataformas tecnológicas para dictar clases.

La primera acción de los centros de educación superior fue virtualizar las clases utilizando distintas herramientas tecnológicas como Zoom, Microsoft Teams, entre otras. Ramiro Canelos, vicerrector Académico de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE), explica que este sistema no es igual a la educación en línea que se conoce tradicionalmente. La diferencia está en la metodología que se aplica en cada una y la capacidad de interacción que se tiene con los estudiantes.

La virtualización consiste en llevar las clases presenciales a un sistema en línea, pero en tiempo real, para mantener el contacto directo entre profesor-alumno, mientras que en la modalidad en línea, los estudiantes acceden en horarios diferenciados y tienen materiales de lectura y tareas que cumplir en tiempos determinados.

María Dolores Lasso, decana de grado de Asuntos Académicos de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), reconoce que este sistema fue de ayuda para mantener los niveles de educación en los jóvenes. Comenta que para lograrlo se trabajó en capacitaciones constantes a los maestros en el uso de estas plataformas.

Una vez que se aprobó el retorno presencial a las universidades con aforos limitados, muchas optaron por implementar sistemas de aprendizaje híbridos. Eso les da a los alumnos la oportunidad de escoger si quieren estar en clases presenciales o virtuales, pero todos deben tomar la materia y participar activamente en ella. Esa modalidad se mantienen hasta la fecha y se prevé que siga, por las oportunidades que representa.

Luis Antonio Vaca es director de Inteligencia e Información de la Universidad de las Américas (UDLA). Él señala que una de las ventajas de este sistema es que evita la fuga de talentos de las provincias más pequeñas hacia las ciudades más grandes, pues los estudiantes pueden incluso completar carreras desde cualquier lugar del país.

Canelos concuerda con ese criterio y añade que el nuevo modelo también contribuyó a reducir los niveles de deserción estudiantil.

Sin embargo, la virtualización también tiene desventajas. Entre ellas está la falta de destrezas que pueden tener los estudiantes de carreras que requieren prácticas en laboratorios, como ingenierías, odontología, gastronomía, entre otras. También, las que requieren trabajo de campo, como en veterinaria, agronomía, cine...

Eso se subsanó por medio de tecnología. La USFQ, por ejemplo, adquirió licencias de software para que más estudiantes puedan acceder a simuladores. En tanto, la UDLA equipó sus laboratorios con cámaras de audio y video, de modo que los alumnos puedan mirar, incluso, los resultados de las muestras que se colocan en los microscopios.

Luego, se priorizó el regreso a las aulas de los estudiantes de estas especialidades y se realizan semanas de talleres y tutorías extras para solventar las dudas que se generen en las clases virtuales.

Lasso añade que esta modalidad significó un reto para los profesores. Ellos tuvieron que aprender a manejar la tecnología no solo para las clases en línea, sino también para la presencialidad.

Pese a ello, la mayoría de las universidades planean mantener este sistema en el próximo semestre.

Ventajas

La flexibilidad  Las clases híbridas permiten a los alumnos acceder desde cualquier sitio e interactuar con el docente al igual que en las aulas.

Los equipos  Hay universidades que optaron por enviar a los estudiantes insumos y herramientas para que realicen prácticas en sus hogares.

El retorno  La vuelta a las aulas divide los criterios de los docentes. Hay quienes aseguran que la prioridad es el retorno a la presencialidad y otros prefieren aprovechar las fortalezas de las clases híbridas.