En América Latina completar un trámite demora más de cinco horas promedio, aunque en algunos países son más de 11. Las pymes tienen desafíos. Foto: Freepik.es

En América Latina completar un trámite demora más de cinco horas promedio, aunque en algunos países son más de 11. Las pymes tienen desafíos. Foto: Freepik.es

¿Vives en un país digitalizado?

18 de noviembre de 2020 16:51

Es probable que la respuesta a la pregunta del titular sea “no”, especialmente si estás leyendo este artículo desde algún país latinoamericano.

Trámites aparentemente tan sencillos como obtener tu partida de nacimiento o radicar una actualización empresarial pueden convertirse en una odisea en muchos países de la región, mientras que en Estonia, Israel, Corea del Sur, Nueva Zelanda o Reino Unido (los más avanzados en gobierno digital, lista en la que también están Uruguay y México), se trata de algo trivial y generalmente poco traumático.

Completar un trámite en América Latina demora más de cinco horas en promedio (en algunos países más de 11), y solo el 7% de los ciudadanos reporta haber hecho su última diligencia en línea. Actualmente, solo tres países de la región -Brasil, México y Uruguay- tienen más de la mitad de sus trámites disponibles ‘online’, en contraste con la Unión Europea (UE), donde el 81% de los trámites se puede iniciar virtualmente.

Pero vivir en un país digitalizado no es responsabilidad exclusiva de tu gobierno ni tiene que ver solo con su capacidad de proveer servicios públicos digitales. De hecho, existen una serie de barreras de entrada que dificultan la adopción masiva de tecnologías digitales en todos los sectores económicos, poblacionales y gubernamentales.

Por ejemplo, el precio de la suscripción a banda ancha en América Latina representa alrededor del 10% del salario del 40% más vulnerable (en los países de la OCDE menos del 3%), y solo el 68% de la población tiene suscripción a banda ancha móvil. A estas variables se suma la informalidad laboral, que dificulta la bancarización y pagos en línea, de cerca de la mitad de latinoamericanos.

De todas formas, aunque estos datos puedan dar pie al pesimismo, no todo son malas noticias. En los últimos años, y especialmente en los últimos meses como consecuencia de covid-19, los gobiernos latinoamericanos han arrancado una carrera prometedora para cerrar sus brechas digitales en tres ámbitos claves: digitalización de gobiernos, infraestructuras digitales y participación de ciudadanos y empresas en la economía digital.

Digitalización de gobiernos
En el primer ámbito se destaca la tendencia llamada Govtech, que se refiere a los emprendimientos tecnológicos que buscan mejorar la eficiencia en los procesos operativos y administrativos de los Estados. Estas ‘start up’ deberían contribuir a minimizar el papeleo, las trabas burocráticas y la corrupción en la región.

“Así como la industria financiera ha transformado el sector financiero, las ‘start up’ digitales están transformando a los Estados. Es imprescindible poner nuestras burocracias en modo ‘start-up’, lograr Estados más ágiles para promover la recuperación”, dice Carlos Santiso, director de la Dirección de Innovación Digital del Estado en CAF -banco de desarrollo de América Latina.

Santiso asegura que la región necesita gobiernos más inteligentes, y que eso solo se logrará desarrollando alianzas público-privadas con nuevas empresas que provean tecnologías digitales y uso de datos que produzcan soluciones relevantes y rentables. “Es la forma más eficiente de eliminar procesos burocrátricos innecesarios y de ofrecer servicios del siglo XXI a ciudadanos del siglo XXI”, asegura.

La emergencia de las ‘start up’ tecnológicas con vocación pública es, por lo tanto, una de las tendencias globales que los Estados latinoamericanos están implementando para digitalizarse.

Infraestructuras digitales
Otro ámbito determinante para saber si vives en un país digitalizado está relacionado con las infraestructuras digitales. Si no se tienen canales digitales funcionales a precios asequibles, será imposible que empresas, ciudadanos y gobiernos se digitalicen. Estamos hablando de redes de telecomunicaciones para resolver temas de teletrabajo, aprovisionamiento de bienes, conectividad social, acceso a información y entretenimiento, entre otros aspectos.

“Las redes 5G, la Internet de las Cosas y la economía de plataformas ya están aquí y la región necesita subirse a ellas proactivamente, para no quedarse atrás como en previas revoluciones tecnológicas”, dice Ángel Melguizo, vicepresidente de Asuntos Externos y Regulatorios de AT&T para América Latina.

Para lograrlo, explica Melguizo, el sector público y el privado tendrían que invertir más en la economía digital y avanzar en regulaciones más inteligentes, especialmente en seguridad y privacidad de los datos, y protección de la propiedad intelectual. Y en fomentar la competitividad, ya que es la única manera de aumentar la conectividad, tanto en zonas rurales como urbanas.

Este ámbito es quizás el más complejo para lograr que la región cierre las brechas con las economías avanzadas, ya que requiere de la coordinación efectiva entre el sector público y privado, y depende de grandes inversiones, que en el contexto actual son difíciles de concretar. El papel de los bancos de desarrollo regionales será esencial, tanto para movilizar los recursos como para asegurar que se emplean de la manera
más eficiente.

Digitalización de las pymes
La última parada de los países digitalizados pasa inevitablemente por las pymes, que en América Latina representan al 90% de las empresas. En este frente, la situación puede resumirse con las siguientes cifras: solo el 40% de las pymes tienen página web; solo el 27% usa el comercio electrónico; y solo el 30% usa medios de pago electrónicos.

La baja digitalización de las pymes de la región explica parcialmente los bajos niveles de productividad y su poco crecimiento (en comparación con regiones como Asia, por ejemplo). A esto se suma que no suelen tener trabajadores con las habilidades digitales que necesitan para lograr una transformación digital con éxito, y tampoco generan empleo de calidad.

Como vemos, todavía queda un largo camino por recorrer para que la gran mayoría de latinoamericanos viva en países digitalizados y participen activamente en la economía digital.

Ese será el primer paso -y una condición necesaria-, para que la región pueda participar con una voz propia en los principales debates globales sobre digitalización, como la propiedad de los datos o la ciberseguridad.

Robert Valls, ejecutivo principal de comunicación en CAF
Visiones del Desarrollo es una sección promovida por CAF -Banco de Desarrollo de América Latina-, que analiza los principales temas del desarrollo de la región. Los artículos que contiene se publican simultáneamente en los principales medios de América Latina.

68% de la población tiene suscripción a banda ancha móvil en América Latina.