La planta de la Corporación Azende funciona en el cantón Paute, en la zona nororiental de la provincia de Azuay. Foto: Cortesía Gobernación de Azuay

La planta de la Corporación Azende funciona en el cantón Paute, en la zona nororiental de la provincia de Azuay. Foto: Cortesía Gobernación de Azuay

Sus ejecutivos anticiparon la crisis e hicieron cambios

2 de junio de 2020 11:37

Antes del confinamiento ordenado por el Gobierno ecuatoriano, los ejecutivos de la Corporación Azende, que fabrica los licores de la marca Zhumir, identificaron las amenazas que enfrentaría el negocio de las bebidas alcohólicas.

Ellos analizaron qué giro en el negocio debían realizar para enfrentar las amenazas ocasionadas por la pandemia del coronavirus. “Identificamos los riesgos de esta situación para pensar en un cambio en la producción de nuestras líneas con algunas semanas de anticipación”, dijo el director ejecutivo de Azende, Jaime Ordóñez.

El proyecto para cambiar la línea de producción de bebidas alcohólicas por productos sanitizantes estuvo listo antes de la orden del confinamiento. Pero por las gestiones legales para obtener los permisos sanitarios, la producción de Alcomax empezó el pasado 25 de marzo.

Es el primer producto de esta nueva línea y se trata de un al­cohol antiséptico, “que reúne todas normas establecidas por el Organización Mundial de la Salud (OMS). Alcomax tiene el 69,9% de alcohol”.

Según Ordóñez, esta decisión permitió de alguna forma afrontar la posición de la empresa frente al problema económico y de liquidez que existe en el país. Además, representa un apoyo a la comunidad porque permita mantener a salvo a las personas y hogares.

La planta de Azende está ubicada en el cantón azuayo de Paute y está certificada con Buenas Prácticas de Manufactura. Según Ordóñez, esa situación facilitó la producción de estos productos.

Inicialmente comercializan el alcohol antiséptico Alcomax en las presentaciones de 90 y 400 mililitros, un litro y medio y un galón. Pueden ser adquiridas mediante la página web de Vivant y en las cadenas de supermercados.

Ordóñez dijo que este cambio de línea también impulsa el empleo porque crearon un proyecto de microemprendedores para que las personas puedan vender sus productos con un margen preferencial en los precios que le permita obtener ganancias. “Eso permite dar un ingreso a personas que están desempleadas o buscan mejorar sus ingresos”.

Este proyecto de microemprendedores se formuló para personas naturales que compren no más de USD 2 000 al mes. El objetivo, explicó Ordóñez, es que las familias puedan solventar los gastos de la canasta familiar básica a través de la venta de estos productos. “De esa forma contribuimos a la generación de actividad económica en estos tiempos de crisis”. Hasta hace dos semanas tenían 62 inscritos en esta modalidad.

Cuatro presentaciones del alcohol antiséptico son elaboradas. Foto: Cortesía Gobernación de Azuay

Cuatro presentaciones del alcohol antiséptico son elaboradas. Foto: Cortesía Gobernación de Azuay


Alcomax ha tenido buena aceptación en el mercado, aseguró Ordóñez. Por ello, han redoblado los esfuerzos dentro de la planta de producción ubicada en Paute para cumplir con las expectativas de los clientes. “Tenemos clientes de todo tamaño, tanto del sector público como del privado. Incluso, organizaciones internacionales”.

Han producido más de 300 000 litros del alcohol antiséptico. La fábrica tiene la capacidad de aumentar la producción. Según Ordóñez, si bien Alcomax ayuda en la generación de liquidez para la Corporación Azende, pero no lo hace y en la misma cantidad que la empresa necesita para mantener la estructura.

Desde marzo pasado, Azende dejó de fabricar todas sus líneas de bebidas alcohólicas por las restricciones. Antes del inicio de la cuarentena producían 37 productos y durante esta pandemia cinco de las líneas de agua Vivant y Alcomax.

Trabajan siguiendo los protocolos de seguridad que exigen las circunstancias. “Hemos trabajado en horarios reducidos, de acuerdo con lo que autorizan las autoridades tanto nacionales como cantonales. No tenemos la misma cantidad de producción y tratamos de mantener a los empleados. Es un tema coyuntural y en el corto plazo se retomarán los niveles normales de operaciones”, señaló el ejecutivo azuayo.

Él contó que una parte de su producción de alcohol antiséptico ha sido donada a las entidades públicas que enfrentan la pandemia del coronavirus como la Policía, ECU-911, Ministerio de Salud, agentes de tránsito...

A través de la Asociación de Licoreros del Ecuador donaron más de 35 000 litros a la Vicepresidencia de la República, para que sean entregados en el país.