Miguel Gutiérrez es un emprendedor que comercializa semillas de sambo como snacks. Trabaja con agricultores de la tercera edad. Foto: Vicente Costales / LÍDERES

Miguel Gutiérrez es un emprendedor que comercializa semillas de sambo como snacks. Trabaja con agricultores de la tercera edad. Foto: Vicente Costales / LÍDERES

Un negocio que revaloriza la semilla de sambo nacional

18 de marzo de 2019 09:28

Hace 15 meses, el ingeniero en diseño industrial Miguel Gutiérrez arrancó con el emprendimiento Kawsay Snack, que tiene el objetivo de revalorizar la semilla de sambo a través de una presentación y un enfoque comercial.

El sambo es un fruto que se ha usado de forma extensa desde la época preincaica, debido a su facilidad de cultivo y propiedades alimenticias. En las familias ecuatorianas, su consumo es tradicional. De este producto se desprenden recetas de dulce y de sal.

Una vez aprovechada la pulpa, quedan las pepas, que al tostarse se pueden consumir solo con sal. En los mercados, es común encontrar semillas de sambo en pequeñas bolsas plásticas, pero hasta ahora no habían llegado a los supermercados del país.

Gutiérrez empezó su trabajo haciendo conexiones con los productores. Cuenta que sus principales proveedores son personas de la tercera edad, pues el cuidado de la planta es sencillo, aunque extraer las pepas y secarlas es un trabajo minucioso.

Desde el sur del país le llegan costales de semillas secas cada semana, pero también está empezando a trabajar con agricultores de otras zonas. Para ello se alió con germinadores que le entregan plantas pequeñitas de sambo para que él, a su vez, las distribuya a los agricultores.

Ocho meses deben transcurrir para obtener un sambo maduro, momento en el que se abre la fruta y se extraen y pelan manualmente las semillas.

El siguiente paso del emprendedor fue desarrollar una fórmula atractiva al paladar. Tardó cinco meses hasta lograr la cantidad de humedad y sal exactas, para poder replicarlo en adelante.

Sacó la primera presentación: bolsitas de 16 gramos que empezó a vender en las tiendas, minimercados y locales de bizcochos de Cayambe y sus alrededores.

El reto que se planteó Gutiérrez fue llegar a las cadenas de supermercados nacionales y lo logró. Desde diciembre de 2018 comercializa la presentación de 70 gramos en funda sellable.

Su producto tiene en estos momentos dos sabores disponibles: pepas de sambo saladas y condimentadas con romero y ají. Gutiérrez seguirá trabajando en nuevas fórmulas, asegura.

Según información del ministerio de Cultura y Patrimonio, la semilla de sambo es muy apreciada en la cultura ecuatoriana. “Para prepararlas, se dejan primero secar, se pelan y luego se tuestan. Se usan como cucayo, acompañando, por ejemplo, al maíz tostado. También se preparan en salsa, moliéndolas en piedra o licuándolas; esta acompaña platos como el cuy asado o la gallina criolla”.

El fruto tierno del sambo, “en el que aún se puede hundir la uña”, se usa en preparados de sal: sopa, locro o en fanesca.

Con el sambo maduro se hace el dulce, que se come de distintas maneras. Por ejemplo, se usa como relleno de empanaditas o de las guaguas de pan, en finados.

Se prepara colada de sambo, con choclo, panela y canela. Algunas personas le añaden leche.

Si al dulce se le espesa hasta encofitar constituye una especie de mermelada llamada cabellos de ángel, indica el Ministerio.