Rob Westerman, gerente de Air France-KLM para los países andinos, estuvo en Quito la semana pasada

Rob Westerman, gerente de Air France-KLM para los países andinos, estuvo en Quito la semana pasada. Foto: Patricio Terán/LÍDERES

Rob Westerman: ‘Para abrir la ruta París-Quito usamos big data’

31 de octubre de 2018 10:16

Rob Westerman es el gerente de Air France-KLM para los países andinos explica la llegada de la marca Joon que es considerada una hermana menor de Air France. Tiene un año de operaciones en Europa, Asia y África. La compañía aérea vuela desde París a destinos como Manchester, Oslo, Estocolmo, Barcelona, Madrid, Mumbai, Cape Town, etc. La operación  en la ruta entre París y Quito está prevista que se cumpla en un Airbus A340 para 278 pasajeros.

¿Que impulsó a que Air France vuelva a Ecuador, ahora con la marca Joon?

La marca Air France está muy bien posicionada y es tiempo de algo nuevo. No podemos cambiar el concepto del servicio, de la comida, de la tripulación de Air France. Joon nos permite hacer esos cambios porque es, por decirlo de alguna manera, la misma aerolínea con otra marca. Es una oportunidad de experimentar un nuevo concepto de servicio, nos da flexibilidad para hacer crecer nuestra red con tres vuelos semanales entre Quito y París.

¿Joon es una aerolínea de bajo costo?

No es un servicio ‘low cost’. Es diferente, pensando en nuevos tipos de pasajeros. Los pasajes por ejemplo se consiguen en línea, en agencias de viajes, en las oficinas... Joon es una oportunidad de desarrollar nuevos ‘targets’ y nuevos flujos de turistas.

¿Por qué no vinieron con la marca Air France?

Hay limitaciones en el desarrollo de la red. Joon está disponible de manera inmediata para operar, pero si intentábamos venir con Air France hubiéramos perdido una oportunidad.
La aerolínea operará la ruta París-Quito a partir de mayo del 2019.

¿Cuánto tiempo duraron las negociaciones con las autoridades de Ecuador?

El primer contacto fue en febrero de este año. Los trámites han sido muy ágiles y las autoridades de Ecuador siempre estuvieron interesadas en abrir esta ruta. Por eso nos facilitaron las cosas, con incentivos manejados por ordenanzas municipales para las aerolíneas que van a comenzar operaciones. El Ministerio de Transporte y el de Turismo están ayudando. Sabemos que Ecuador no va a llenar el avión y que éste tiene que llenarse con ventas en el exterior, con turistas y corporativos de otros países. Es una combinación de distintos flujos y distintos tráficos.

¿Qué tan rápido es abrir frecuencias en otras rutas, en otros países?

En Quito existen muchos beneficios. El aeropuerto nuevo, la capacidad de crecer en ese aeropuerto, el tema de los ‘slots’ o espacios. Ese soporte nos permite ser flexible y pudimos establecer los horarios sin problema. En tráfico de llegada hay muchas oportunidades así como en turistas que van a Europa y otros destinos como Asia.

¿Cuántos pasajeros calculan transportar en el primer año de operación?


La ocupación es un factor crítico y los vuelos deben dejar ganancias. Esperamos una ocupación del 85% o 90 % en un avión con 278 sillas . Es un trabajo que nos obliga a mostrar resultados favorables en los primeros seis meses. El modelo de negocio luce prometedor.

¿Cómo van a enfrentar cierta inestabilidad del mercado con aerolíneas que han legado y otras que se han ido?

Usamos big data. Esto nos permite ver la evolución del tráfico. La clave es ofrecer conexiones, no un vuelo a un solo destino.

¿Entonces habrá más vuelos hacia Ecuador?

Esa es la intención. Tenemos una estrategia de crecimiento en toda la región, como grupo Air France-KLM.