WeWork tenía en América Latina más de 34 000 miembros hasta octubre pasado. Es un caso de éxito.

WeWork tenía en América Latina más de 34 000 miembros hasta octubre pasado. Es un caso de éxito. Foto: Web WeWork

El emprendimiento de impacto crece

12 de diciembre de 2018 09:53

El avance socioeconómico de la última década, sumado a un cambio cultural y la sed de éxito, está facilitando el tránsito en América Latina del emprendimiento por necesidad a negocios escalables y de alto impacto.

“La forma en la que el emprendedor está asumiendo los retos es muy diferente a como lo hacía hace unos años, está pensando en grande. El que emprende ya no es el que no pudo conseguir un buen trabajo, sino el que desde muy joven tiene la vocación”, dijo la directora de Wayra Colombia, la aceleradora de “start ups” del grupo Telefónica, Johanna Harker.

Según la experta, las economías desarrolladas le han venido apostando al emprendimiento como motor de desarrollo económico y social y, afortunadamente, alrededor del 2010-2011 se empezará a ver los primeros frutos de esta tendencia en América Latina.

De acuerdo al informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM) 2017-18, el 74 % de los emprendedores en el mundo comenzaron sus negocios tras haber identificado una oportunidad.

Y aunque Norteamérica (82,6%), Europa (75,4%), Asia y Oceanía (74,4%) tienen los mejores indicadores en emprendimiento por oportunidad, América Latina les sigue los pasos (71,7 %).

El ‘boom’ del emprendimiento en América Latina ha contribuido con la innovación en otros sectores como el inmobiliario, que le apuesta a tendencias como las oficinas compartidas para ‘start ups’.

Uno de los líderes mundiales de este negocio es la estadounidense WeWork, cuya directora para Colombia, Karen Scarpetta, dijo que en América Latina hay un verdadero auge de emprendimientos.“No nos cansamos de escuchar historias de personas que han dejado carreras y lo han arriesgado todo”, aseguró.

A octubre pasado WeWork tenía en América Latina más de 34 000 miembros y 33 ubicaciones distribuidas en Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, Buenos Aires, Belo Horizonte, Río de Janeiro, Sao Paulo, Santiago de Chile, Bogotá, Medellín y Lima.

En EE.UU. la compañía ya brinda espacios de trabajo colaborativo para 130 000 miembros en 24 ubicaciones en ciudades como Nueva York, Boston, Chicago, Miami y San Francisco.

Sobre las oportunidades de creación de negocios en la región también se refirió la gerente general de IBM para América Latina, Ana Paula Assis, quien visualiza terreno por explotar en América Latina en áreas de tecnología como la inteligencia artificial.

Asimismo, comentó que hay varios aspectos que se deben tener en cuenta para que el avance masivo de esta tecnología sea “responsable”, entre ellos, un uso riguroso de los datos y la capacidad de explicar cómo los algoritmos llegan a ciertas conclusiones. “Es garantizar que todos los mecanismos de manipulación de la data y la construcción de los algoritmos con bases éticas muy bien definidas. Para mi es el gran punto ahora para garantizar que la evolución masiva de esa tecnología sea positiva”, manifestó.

Un estudio publicado en 2017 por Surfing Tsunamis y NXTP Labs revela el impacto de las tecnolatinas en América Latina, es decir, empresas privadas de base tecnológica que nacieron en la región y que en su mayoría son “emprendimientos digitales con alcance internacional”.

Como parte de esta investigación se lograron identificar 123 tecnolatinas cuya valuación es superior a los USD 25 millones y que tienen un valor colectivo superior a USD 37 700 millones.
Entre estas empresas destacan firmas como Mercado Libre (Argentina), Crystal Lagoons (Chile) o Rappi (Colombia), que hoy son citadas como casos de éxito.