Las empresas, como Metaltrónica, que se dedican a la producción de autopartes es uno de los sectores sensibles que se tratará en este nuevo encuentro con los negociadores mexicanos. FOTO: Archivo/LÍDERES

Las empresas, como Metaltrónica, que se dedican a la producción de autopartes es uno de los sectores sensibles que se tratará en este nuevo encuentro con los negociadores mexicanos. FOTO: Archivo/LÍDERES

Las mesas de origen y acceso a mercados se negocian en la nueva ronda con México

17 de enero de 2022 22:53

Los equipos negociadores de Ecuador y México se reúnen esta semana para avanzar en la firma del tratado bilateral comercial.

Daniel Legarda, viceministro de Comercio Exterior, explica cómo se efectuará la séptima ronda, la cual será presencial desde hoy hasta el 21 de este mes en México. Se centrarán en las mesas de origen y de acceso a mercados.

Además de él estarán el ministro de Producción, Julio José Prado; y tres personas más. Ellos serán acompañados de 15 delegados del sector productivo.

Ellos conforman el cuarto adjunto, un organismo institucionalizado que actuará por primera vez de esa manera en esta ronda. Adquirió esa formalidad, tras un acuerdo suscrito por el Gobierno. Esto significa que estará en la negociación con otros países.

Esa entidad será de consulta y dará información a los negociadores, dice Alexandra Mosquera, directora ejecutiva de la Cámara Binacional de Comercio de Ecuador México.
“El cuarto adjunto es una figura muy valiosa, porque no solamente saldrán elementos para la negociación, si no una agenda de trabajo interna para mejorar la competitividad”, manifiesta Legarda.

El objetivo de esta ronda es tener los mayores avances y significativos, para llegar a un cierre técnico, como se llama a esta etapa.

Es decir, que los temas queden bien avanzados, para que las decisiones finales las tomen las autoridades del más alto nivel, en acceso a mercado, origen y otras.

En general, la negociación tiene un avance más del 80%. Se han cerrado 13 mesas, ocho están pendientes, de las que cinco tienen avances significativos. Hay tres más sensibles: acceso a mercado y origen que se tratan de manera conjunta, y servicios financieros.

“No va a hacer la última ronda todavía. Lo que esperamos es que tengamos el cierre técnico de la mesa de acceso a mercado y origen”, explica Legarda.

La prioridad es cerrar el acuerdo en el primer trimestre, hasta marzo. Paralelamente, se trabaja en la Alianza del Pacífico. Precisamente, el presidente Guillermo Lasso viajará el 26 de este mes a Colombia a la cumbre del bloque.

Lo relevante de la negociación es la participación del sector privado, la institucionalización el cuarto adjunto y las decisiones y movimientos que se han hecho en conjunto, indica Legarda. “No quiere decir que todos los sectores estén de acuerdo, siempre hay observaciones”.

Ramiro Garzón, presidente de la Federación de Industrias del Metal; y Javier Díaz, presidente ejecutivo de la Asociación de Industriales Textiles de Ecuador, participarán en el cuarto adjunto y tienen sus posturas, al ser parte de los sectores sensibles.

Garzón hace dos planteamientos. Uno: que se trabaje en una agenda de competitividad.
“Como país no ha hecho su tarea y trabajemos en esa agenda, que partamos de lo que domina el presidente (Lasso). El costo del dinero es elevadísimo, para hacer inversiones, capital de trabajo, para todo, comparado con México. El costo laboral es casi el doble de México. Hay costos de servicios y cantidad impuestos y es fuerte”.

Se ha dicho que se debe trabajar en esa agenda, para que el país sea más eficiente y menos burocrático, plantea Garzón.

Sin ninguna negociación, Ecuador tiene abierto un 80% en el ámbito arancelario y México para Ecuador tiene 40%. ¿Qué va a pasar?, se pregunta.

Sostiene que hay que medir las asimetrías. “El sector industrial genera empleo formal. Voy haciendo una apertura paulatina. Nosotros tenemos equipos, maquinaria y sabemos competir y no tenemos miedo a reconvertir”. Resalta que el sector da trabajo directo a 90 000 personas y de 160 000 a 170 000 indirectamente.

Dos, que no se eliminen las reglas técnicas, que es una forma de proteger al consumidor. “Hay una ola de eliminación de esas reglas”, asegura y eso se debe parar.

Díaz dice que son de la línea de “que se logre una negociación acertada y adecuada a los intereses del país, para que sea oportuno firmar el tratado”.

Su pedido es que se “garantice que sigan vendiendo con las mismas reglas que hemos tenido en los últimos 40 años”. Pero ahora México tiene una posición diferente sobre el origen de componentes textiles. Se trata de productos vinculados a fibras sintéticas y artificiales: poliéster, acrílico y elastómero (expandes). No es un mercado enorme, pero sí es un mercado de crecimiento para este sector, opina Díaz.

Xavier Rosero, vicepresidente ejecutivo de Fedexpor, dice que la principal expectativa es que los productos más emblemáticos y con potencial estén comprendidos con un acceso preferencial.

“Estamos viendo ese acuerdo con México como un espacio de proyección hacia otros mercados, sobre todo para la oferta tradicional, a Corea del Sur, China y Japón”, que es donde los competidores de Ecuador tienen acuerdos comerciales desde años atrás y “nosotros no logramos ingresar con todo el potencial que tenemos por esa condiciones desventajosas en términos arancelarios”.

Se tiene banano, camarón, cacao y algunos elaborados, flores, pero ese acuerdo debería abrir el camino para la oferta no tradicional, como las conservas de frutas y vegetales, que son parte de la oferta agroalimentaria que se trata de diversificar a través de la apertura de la agenda de nuevos acuerdos comerciales, explica Rosero.

Cree que es la única manera de tener una oportunidad de crecimiento y de generar mayor escala para estos productos, que, en algunos casos, tiene una producción relativamente incipiente; pero en alguna medida han tenido un crecimiento de dos dígitos en la pospandemia. “Eso es algo importante porque quiere decir que vamos a necesitar cada vez más mercados y la única manera de conseguir es suscribiendo acuerdos comerciales que nos quiten las barreras arancelarias y parancelarias, con una agenda interna de competitividad, para tener un mejor margen de maniobra en precios en relación con nuestros competidores”.

Mosquera dice que el mercado mexicano tiene más de 120 millones de personas. “El rol de la Cámara es que haya un marco adecuado para esa relación. Vemos que con un acuerdo más profundo puede haber más oportunidades de exportar productos, no solo terminados si no que otros puedan insertarse en las cadenas e ir a los países que exporta México".

Para José Antonio Hidalgo, presidente de Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador, México no es un mercado prioritario, porque el banano llega a 60 destinos del mundo, donde el 33% va a la Unión Europea, seguido de Rusia con cerca del 22%.

Sin embargo, “el mensaje que llevamos es que siendo el banano uno de los productos claves de la economía ecuatoriana, para generación de divisas y trabajo no puede quedar bajo ningún concepto por fuera”.

Los bananeros ven que la firma de un acuerdo con México es un paso hacia a la Alianza del Pacífico. “Siendo transcendental la Alianza es que nos interesa que se cierre de una buena manera, que se negocie y siempre se priorice a los mayores productos de nuestra economía”.

Viendo esa integración y recuerda que el 6 de octubre de 2013, el presidente Sebastián Piñera se reunió con el presidente de China, Xi Jinping, en la isla de Bali, donde él expresó su compromiso de apoyar a América Latina en la iniciativa de la Alianza del Pacífico.

“Con ese precedente se ve la importancia que da China a los avances al multilateralismo. China comprende que la integración facilita la negociación en bloque con las economías de desarrollo. Para nosotros es transcendental”.