Juan Pablo Ronderos es el fundador de la consultora argentina MAP, que elaboró un estudio sobre los efectos de la inflación en la economía Latinoamericana y de Ecuador.  Foto cortesía: MAP

Juan Pablo Ronderos es el fundador de la consultora argentina MAP, que elaboró un estudio sobre los efectos de la inflación en la economía Latinoamericana y de Ecuador. Foto cortesía: MAP

La economía muestra signos de desaceleración con alta inflación

24 de enero de 2023 00:20

Juan Pablo Ronderos, fundador de la consultora argentina MAP, reflexiona sobre los efectos de la inflación en la economía Latinoamericana y de Ecuador.

¿Qué países de Latinoamérica estarán mejor qué otros por la inflación mundial?
En realidad, diría cuál es el menos peor que va a estar. Latinoamérica fue la región del mundo, entre el 2016 y el 2019- previo a la pandemia- que menos creció de las regiones emergentes.
Tuvo el peor periodo de crecimiento de los últimos 40 años; es decir es una región en crisis desde antes y la pandemia lo único que hizo fue agudizar y agravarla. El deterioro económico después de una década brillante entre el 2002 y 2014, de la mano de los comodities, los indicadores de pobreza, indigencia, informalidad casi todos esos se habían revertido en el 2019. Si se miran las grandes economías, pasando por Brasil, Argentina, Chile, Ecuador y otros, la verdad es que ninguno tiene buenas perspectivas. Algunos países como Chile, Colombia, Ecuador tienen una recuperación de los niveles prepandemia en el 2021, 2022 y otros en 2023. La mayoría espera un crecimiento menor este año frente al del 2022. Eso se agrava con mayor inflación. Es el peor de los escenarios para un hacedor de políticas económicas. Los escenarios de estanflación nos llevan siempre a lugares sin salida. El 2023 es un año muy difícil para Latinoamérica y se suma una dinámica internacional bastantes complicada, particularmente por las tasas de interés altas, un súper dólar apreciado y los precios de los comodities bajos.

¿Cómo será para Ecuador, que tiene el dólar como moneda?
Tiene una arista positiva y muchas negativas. Lo positivo es que con la apreciación del dólar va a terminar bajando la inflación en Estados Unidos a un ritmo lento, pero seguro y en Ecuador debiera pasar algo parecido. Ecuador tuvo en 2022 una de las tasas más bajas de inflación para Latinoamérica en 3,6% y la curva de inflación se va pareciendo con la de Estados Unidos. Uno esperaría que la inflación en Ecuador empiece a ceder. Pero al apreciarse el tipo de cambio, el país pierde competitividad y eso se tiene que compensarse con mayor productividad. Ecuador no tiene la dinámica de productividad de Estados Unidos. Muchos países del mundo devalúan sus monedas para compensar esa pérdida, pero Ecuador no tiene esa herramienta en un marco donde los precios de los comodities caen, con lo que la presión sobre las cuentas externas va a hacer mayor. Sus exportaciones caen en precio y se pierde competitividad externa.Las importaciones van a hacer más baratas y para el 2023 no sería un problema para Ecuador, porque el precio de la energía alta va a seguir y el país es un exportador de petróleo. Nosotros esperamos que este año las exportaciones de Ecuador se sostengan y, sobre todo, que los impuestos de las exportaciones de petróleo permitan sostener el superávit primario para mantener la sostenibilidad de la deuda. Ecuador se endeudó afuera, la cual pasó del 40% al 60% del PIB. Ese superávit primario hay que cuidar para que no sea necesario un nuevo endeudamiento.

¿Qué análisis tiene sobre la oferta del Ministro de Economía de Ecuador de que no habrá aumento de impuestos en el país, pese a la necesidad de recursos?
En el estudio vemos que la mayoría de los países en el mundo y Latinoamérica no están en el momento en el corto plazo de aumentar los impuestos, porque lo que haría es agravar la pérdida de poder adquisitivo de la gente para alimentos y se agravaría la actividad económica. Ante el aumento de la inflación, sobre todo en alimentos, impactará a los sectores de menores recursos. En el caso de Ecuador se esperaba que el consumo privado en 2022 creciera un 1,9%, que es menor al 2,2% del crecimiento de la economía. Necesita un aumento del consumo para que las tasas de desempleo, pobreza, indigencia y otras están todavía peor que los niveles de prepandemia. Me parece que la opinión del Ministro de Finanzas es acertada, porque no es momento para ello. Pero eso no significa que en el largo plazo Ecuador no tenga que aumentar tributos. El camino es revisar las cuentas de gastos que los impuestos.

¿Cuáles son los disparadores de esa inflación?
Lo que sucedió fue que, con la pandemia, los Estados -en su mayoría- salieron a gastar y poner plata, para que las personas pudieran sobrevivir. El caso más paradigmático es el de Estados Unidos que gastó el 28% del PIB, el más alto desde la crisis de los 30. En Latinoamérica lo hicieron. En Ecuador fue casi el 6% del PIB en el 2020 y se financió con deuda. No solo los países emergentes lo hicieron, sino también los países de Europa. Con toda esa plata en la calle, cuando la economía empezó a normalizarse, hubo un exceso de demanda y presiones inflacionarias. Además, los costos logísticos crecieron y aún no se regularizan. Muchas cadenas de valor globales no vuelven a la normalidad para satisfacer la demanda. La guerra de Rusia contra Ucrania incidió en la energía, pero luego fueron alimentos.

¿Cómo se prepara Latinoamérica para enfrentarla?
La mayoría de los bancos centrales de Latinoamérica han aumentado las tasas de interés muy fuertes como los de Estados Unidos y de Europa. El aumento de la tasa de la Reserva Federal de Estados Unidos en los últimos meses fue el más agresivo de los años 80. En Latinoamérica fue también alto. Eso hace que los proyectos de inversión no sean atractivos y más bien son políticas contractivas. Para tratar de suavizar, muchos países han aumentado los subsidios a la energía y bonos a la alimentación.

¿En qué medida esta crisis inflacionaria incidirá en la producción de las empresas?
Cuando hay menos demanda hay menos incentivos a la producción, por lo cual la economía se termina estancando y cuesta volver a crecer. El crecimiento de 2,2% para Ecuador es muy pobre; es un crecimiento que no permite a los países la dinámica de producción de riqueza a largo plazo. No va a tener un cambio de realidad socioeconómica y eso se repite en toda Latinoamérica.

¿Qué oportunidades tiene Latinoamérica para aprovechar esta crisis, por la devaluación de las monedas frente al dólar?
Un ejemplo contundente es Europa, que está desesperada por la energía, por diversificar las fuentes de provisión de energías y otras materias primas. Latinoamérica tiene todo eso. Tiene energía eólica, hidrógeno verde, hidroeléctricas, y alimentos. Europa tenía todo organizado en el Este y ahora ya no tiene energía, gas y maíz que proveían Rusia y Ucrania. Hay que aprovechar y hay que tener una sincronía entre el sector público y privado. Déjame dudar que en Latinoamérica pueda suceder tan rápido. Hemos fallado en mucha en otras oportunidades.

Latinoamérica tendrá exportaciones e importaciones de productos, maquinaria, materias primas y otros más complicadas, caras o cómo serán?
Latinoamérica tiene dos canales que van a hacer complicadas sus cuentas externas. El primero es el financiero, porque al haber tasas más altas en países más seguros, como Estados Unidos y la Unión Europea, los capitales no van a los países emergentes, y a Latinoamérica, en particular. Ahí ya tienes un problema, porque ese financiamiento no solamente es menor sino más caro. El segundo efecto, cuando menos crece el mundo hay menos demanda de nuestros productos. Es un complicado 2023 para Latinoamérica. Esto no va en contra de las oportunidades puede ser que Latinoamérica venda más, pero hay que ser muy inteligente para aprovechar.

HOJA DE VIDA

Cargo.
Es el fundador de la consultora MAP Economic & Business Advisors. Participa en conferencias económicas en diferentes ámbitos y es actualmente profesor en la carrera de Economía de la Universidad Nacional de la Plata (UNLP).

Trayectoria. tiene una experiencia profesional de más de 15 años ligada al análisis macroeconómico y sectorial.

Formación. Es Licenciado en Economía de la UNLP y cuenta con un Master en Economía de la Universidad Torcuato Di Tella, de Italia.

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