En la U. Andina se desarrolló el XVI Foro Internacional del Emprendedor. El futuro de las mipymes depende en gran medida del manejo financiero. Imagen: www.www.freepik.es/

En la U. Andina se desarrolló el XVI Foro Internacional del Emprendedor. El futuro de las mipymes depende en gran medida del manejo financiero. Imagen: www.www.freepik.es/

Educación financiera para mipymes

28 de octubre de 2020 17:43

Una de las conclusiones a resaltar del XVI Foro Internacional del Emprendedor -tema central (2020) ‘Educación Financiera para Emprendedores y Mipyme’ (micro y pequeñas empresas), realizado entre 19 y 21 de octubre- es que, como bien lo plantearon Diana Mejía y Karina Azar -ponentes invitadas del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF)-, aún hay en la región un trabajo por realizar en la educación financiera desde cuando nace una mipyme. Eso, porque los programas de educación financiera más bien han estado focalizados a la formación para las decisiones personales y familiares; dejando, así, un espacio por cubrir en lo que es educación financiera con enfoque organizacional adaptado al perfil y realidad de una mipyme.

En donde, en este tipo de empresas -a diferencia de las grandes que tienen asesores y/o sendos departamentos dedicados a la función financiera- quien hace de propietario de una mipyme es el hombre o mujer orquesta que se encarga de todo -compra insumos, vende productos, organiza al personal, hace los trámites en organismos de control, etc.- y, precisamente, uno de sus encargos es la gestión de los recursos financieros. De ahí la necesidad de que quien empieza una mipyme debe tener, obligatoriamente, una preparación básica, adaptada al perfil y realidad productiva de su negocio. La gerencia de las finanzas organizacionales ayudará a tomar decisiones correctas para la sobrevivencia del emprendimiento creado.

Por ejemplo, en el momento del despegue de una mipyme se requiere de la interacción de “conocimiento, comportamiento y actitud”, dirigida a la preparación previa para enfrentar los desafíos de sobrevivencia que exige el paso por el denominado valle de la muerte -período de la vulnerabilidad emprendedora, de alrededor de entre 6 meses y 2 años, dependiendo del tipo de negocio-, en donde la flexibilidad y adaptabilidad creativa, sobre todo en estrategias financieras que ayuden a garantizar una mínima reserva de oxígeno de liquidez, es fundamental para sobrevivir; surgiendo así, como se ve, la necesidad de la educación financiera para una mipyme desde su nacimiento.

Cuando va creciendo la mipyme también van surgiendo necesidades de decisión, solución de problemas y diseño de estrategias que exigen conocimiento financiero que, muchas veces, los propietarios de la empresa lo descartan por el desconocimiento o el temor al manejo de cálculos cuantitativos que, generalmente, están detrás del conocimiento de principios y técnicas que demanda el buen manejo de los recursos financieros de la empresa creada, que va creciendo en medio de entornos difíciles, incluso como los de ahora de pandemia, que exigen gerenciar en medio de altas dosis de turbulencia cargadas de incertidumbre.

De ahí, es clave transferir, desde espacios educativos públicos y/o privados, por un lado, conocimientos integrados y adaptados a las necesidades de formación de la mipyme y, por otro -con mucho énfasis-, acciones formativas orientadas al cambio de comportamientos; ya que la educación financiera, para que sea efectiva, debe mezclar lo aptitudinal y actitudinal a la hora de medir los resultados formativos.

Por ejemplo, el propietario de una mipyme, además de saber que tener un fondo de ahorro es bueno para futuras nuevas inversiones o enfrentar amenazas imprevistas -como las de ahora de pandemia- debe, también, desde lo actitudinal, estar dispuesto a convertir ese principio teórico en una realidad. Para este caso sería ir creando, permanentemente, un fondo de ahorro para el crecimiento empresarial y/o en el enfrentamiento de situaciones no programadas.