Inversión, desarrollo de nuevos productos y convertirse en una empresa B son las metas de Lulë Care como estrategias de crecimiento y expansión de la pequeña empresa en el mercado ecuatoriano.

Sebastián Troya, gerente general de la firma, que nació como un emprendimiento, cuenta cómo han avanzado con sus procesos de producción y en la innovación de sus productos de aseo y cuidado personal, del hogar y ambientales.

Lulë Care elabora desodorantes naturales, libres de aluminio; ambientales para el h0gar y los vehículos; y jabones.

En su nacimiento, en 2018, empezaron con los dos primeros, y luego desarrollaron los demás productos.

Los dos últimos que crearon en el 2022 fueron un spray antibacterial multiuso que elimina olores, como en los zapatos de los niños, guantes de la moto, botas, casilleros del colegio o escuelas y las camas de las mascotas.

El otro es un repelente natural que no utiliza ingredientes nocivos. Troya dice que es el primero que se produce y tiene una larga duración para evitar las picaduras de mosquitos, que pueden provocar el dengue, paludismo y otras enfermedades tropicales. Es versátil y ha sido sometido a pruebas de eficacia, describe Troya a su producto.

El año pasado fue de crecimiento después de atravesar por tres años duros. Sus colaboradores pasaron de cuatro a ocho personas y mejoraron sus procesos en la planta, con la compra de maquinaria para automatizar ciertos procesos manuales.

Adquirieron la etiquetadora y las mesas giratorias. Además, compraron un sistema de recirculación de agua, que en el proceso de sus productos utilizan mucha agua potable.

“Invertimos casi USD 4 000 en un sistema que hace que el agua se pueda recircular y reutilizar. Es un proceso de bombas y tanques que hace que el agua no se desperdicie, porque se reusa en el mismo proceso de producción” Al tecnificar los procesos (semiautomáticos) se hace más eficiente la producción.

Su inversión inicial fue de USD 250 000 que provienen de un inversionista ‘ángel’ para lanzaron al mercado y ahora generan flujos positivos. La facturación del 2021 fue de USD 300 000 y la del año se duplicó el doble.

En el 2021 con ayuda de la Alianza para el Emprendimiento y la Innovación (AEI) hicieron su primera exportaron a Panamá. Lulë Care envía sus desodorantes al grupo Rey de ese país. En noviembre pasado enviaron el octavo pedido. La expectativa de este 2023 es duplicar las exportaciones.

El año pasado se convirtieron en una empresa BIC y también se alinearon
como empresa B, es decir, una empresa con propósito. Esta entidad internacional los monitorea y califica de que al ser una empresa con propósito cumpla los estándares.

El proceso de una Empresa B es mucho más intenso que unas buenas prácticas de manufactura, comenta Troya, porque observan el trato con los trabajadores, gobernanza, los clientes, el ambiente y otros aspectos. “Queremos que certifique que lo que estamos diciendo se cumple”.

La meta de este 2023 es donar el 2% de las ventas a causas que vayan con su enfoque de bienestar, como programas de educación, apoyo a campañas de reforestación y otras ayudas.

A sus trabajadores subieron su salario básico en 10%, es decir, sobre los USD 450 mensuales que está fijado por el Gobierno. “Queremos que la gente tenga más ingresos en sus familias”.

En ese objetivo de ser una empresa comprometida recibieron la certificación de empresa inclusiva de parte de la ONU. Se da trabajo a poblaciones vulnerables, a quienes son el sustento del h0gar o a quienes por su edad no pueden conseguir trabajo.

Esperan seguir en ese formato de crecimiento y apuestan a un producto ecuatoriano y que respeta mucho a su personal y al medioambiente.

El empresario asegura que están creando una nueva cultura de empresa, que no solo sea para hacer riqueza sino hacer un mundo mejor.

Esta firma comenzó con una propuesta para ofrecer productos de alta calidad, evitando usar productos cuestionados con el menor impacto posible con el medio ambiente.

Están enfocados en el bienestar del cuerpo, mente y medioambiente. Nacieron con una línea de desodorantes naturales libres de aluminio, para proteger el cuerpo, que no tenga toxinas ni ingredientes cuestionados y con un empaque y fragancia que generen confianza al usarlo. Tienen seis presentaciones, incluida para los niños.

Sus desodorantes son recargables por tres meses o más para que no se deseche el plástico del producto, que es de un solo uso. Las recargas están disponibles en los canales de ventas, como Supermaxi y Megamaxi. La recarga tiene un código QR para ver el video sobre cómo hacer la recarga.

Su línea de ambientales evoca emociones positivas; hay para el baño social, para personalizar los espacios y para el carro. La idea es que se cree un recuerdo. En su evolución sacaron una marca de jabones -en maquila, para Fybeca y Sanana, antes de la pandemia.

Esa experiencia hizo que la empresa sacara su propia marca de jabones diferentes, con una fórmula biodegradable, ecológica y envase de vidrio, siempre con la opción de recarga.

Para este primer semestre sacarán un molde propio de su marca para un jabón en un envase de plástico reutilizable y que se pueda poner en la ducha.

Además de sus canales, tiene ventas con entrega a domicilio, a través de su página web Lulë Care y sus redes sociales en Facebook e Instagram.

La AEI los acompaña y destina recursos de sus grandes empresas aliadas para apoyar a los emprendedores y sus ejecutivos hacen mentorías.

De su experiencia -en su categoría- Corporación Favorita es la que más oportunidades da a los emprendedores, así como Fybeca, TVentas y Paco. Pero hay muchas otras empresas que lo hacen con los emprendedores de los otros segmentos. Troya recomienda aliarse con la AEI y esas grandes firmas.

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