Dos trabajadoras de la compañía textil revisan los edredones que se fabrican en la planta de producción. Se manejan insumos importados. Foto: Julio Estrella / LÍDERES

Dos trabajadoras de la compañía textil revisan los edredones que se fabrican en la planta de producción. Se manejan insumos importados. Foto: Julio Estrella / LÍDERES

Lencería de hogar, en todo el país

7 de julio de 2020 11:29

Un pequeño taller de costura al sur de Quito, donde Eugenia Velásquez elaboraba las muñecas de trapo que vendía junto a su esposo, Patricio Buitrón, fue el lugar donde años después germinó Prismahogar una empresa textil que abastece con su lencería de hogar a almacenes y cadenas comerciales del país.

El pequeño taller de costura fue creciendo. Un préstamo del Banco de Fomento (actual BanEcuador) les permitió adquirir cinco máquinas de coser para distintas funciones y materia prima. El trabajo se fue industrializando y se decidió incursionar, con el apoyo de un equipo de costureras, en la elaboración de edredones desde el año 1993. Oficialmente, con el nombre de Prismahogar están desde 1995.

Luego del taller artesanal, los dueños pasaron a una pequeña planta de producción de 500 metros, en el norte de Quito, donde estuvieron cerca de 10 años. Hasta que en el 2003 levantaron un edificio de 3 000 metros cuadrados y cuatro pisos, que incluye taller de corte y costura, área de acolchado, espacios para atención a los distribuidores, un ‘showroom’ para clientes particulares. La inversión fue cercana a los USD 400 000.

“Los mismos clientes fueron empujándome. Gracias a ellos dimos el salto y dejamos de ser artesanos”, cuenta Eugenia, cofundadora. La empresa familiar es administrada desde hace varios años por una segunda generación. Santiago Buitrón, hijo del matrimonio fundador, a cargo de Recursos Humanos, y Ximena Buitrón, sobrina, en la Gerencia General.

Para mantenerse a la vanguardia, la empresa solía recorrer ferias textiles en Colombia, Perú, EE.UU., Alemania, México, España, entre otros países, comenta Eugenia.

La producción se fue diversificando. Hoy, la firma elabora 50 líneas de productos, que incluyen cobertores, sábanas, cobijas, almohadas y complementos: cojines, toallas, manteles, cortinas, almohadas viajeras, batas de baño. Además, cuenta con un segmento para bebés y otro para niños.

Info Líderes 6 de julio del 2020

Buscando ser un apoyo en la emergencia sanitaria, por covid-19, la empresa comenzó a elaborar en meses recientes una línea de bioseguridad con mascarillas y overoles, en telas antifluidos. También bufandas.

La compañía trabaja con más de 100 proveedores, la gran mayoría nacionales. Las telas, en sus distintas variedades, son importadas de China, Taiwán y Paquistán, principalmente.

Intimoda, una firma importadora y distribuidora de telas, es uno de sus proveedores desde hace más de 20 años. Carlos Jurado, gerente de Producto de la empresa, detalla que le proveen de polialgodón de 144 hilos, microsuede para cortinas y cojines, microfibra “piel de durazno”, tela toalla, entre otras variedades. Al año le venden cerca de USD 500 000 en telas, importadas de Paquistán, de calidad tipo A.

Los clientes de la compañía se dividen en varios segmentos, según su tamaño. Particulares, que suelen visitar la empresa en su ‘showroom’, tienen cerca de 150. Pero el principal negocio de la empresa es abastecer a almacenes de hogar (cerca de 500 en todo el país) y a las grandes cadenas comerciales, entre ellas Pycca, Corporación Favorita, Todo Hogar, Créditos Económicos, El Rosado.

A Pycca le provee desde hace cuatro años diversos productos textiles, como sábanas y edredones. “La calidad es bien recibida por los clientes. Los productos se venden con nuestra marca. Son proveedores muy responsables”, señala Laura Pesántez, líder de la categoría de Dormitorios y Baños de esa cadena de almacenes.

Cosas de Hogar, un almacén localizado en Latacunga, también se abastece con Prismahogar. “Sus productos son de excelente calidad y muy buenos acabados”, comenta Mélida Espinoza, propietaria de la tienda.

La empresa textil, que factura cerca de USD 2 millones al año, viene fortaleciendo su estrategia de marketing digital desde el 2019. El pasado junio lanzó su tienda virtual en la página web, que con el apoyo de las redes sociales les ha permitido continuar vendiendo durante la cuarentena, con entrega a domicilio.

Para la gerente general, Ximena Buitrón, la cultura organizacional de respeto que caracteriza a la empresa ha sido clave para mantenerse por tantos años. Santiago Buitrón, jefe de Recursos Humanos, agrega: “la buena administración, el trabajo de equipo y una relación fuerte con clientes y proveedores” han sido claves.

En la compañía existen estrictos controles de calidad. Las telas que se utilizan para la producción vienen de China, Taiwán y Paquistán. Foto: Julio Estrella / LÍDERES

En la compañía existen estrictos controles de calidad. Las telas que se utilizan para la producción vienen de China, Taiwán y Paquistán. Foto: Julio Estrella / LÍDERES

El gerente
Santiago Buitrón
“La sostenibilidad de la empresa en el tiempo ha sido posible gracias a diferentes factores: la buena administración, un trabajo en equipo excelente, tomar buenas decisiones sobre financiamiento e inversión, una relación muy buena con los empleados con una cultura organizacional superfuerte. Hay un compromiso importante de parte de los empleados con la empresa. Mamá tenía una fuerte relación con clientes”.


400 mil dólares invirtió la empresa en su sede actual.

8 000 unidades de productos confecciona la empresa al mes.

8 cadenas nacionales tiene la compañía.

500 almacenes del país se abastecen de esta firma textil.

35 personas son empleados de nómina y 30 son maquiladores tercerizados.

50 líneas de productos fabrica, actualmente, la empresa ecuatoriana.