La planta de producción de Comlasa se encuentra en el sur de Quito, en el sector de La Ecuatoriana. Allí se elaboran los ‘snacks’ de cueritos. Foto: Galo Paguay / LÍDERES

La planta de producción de Comlasa se encuentra en el sur de Quito, en el sector de La Ecuatoriana. Allí se elaboran los ‘snacks’ de cueritos. Foto: Galo Paguay / LÍDERES

Con ‘snacks’ expanden su marca

20 de marzo de 2020 12:02

Un crecimiento acelerado en cinco años ha conseguido la productora de alimentos Comlasa. Álex Guanalema y Lourdes Toapanta, fundadores del negocio, dicen que la calidad de la oferta y el trabajo de la fuerza de ventas son los dos factores que han permitido lograr este resultado

A finales del 2014, estos esposos buscaban una opción para adentrarse en la fabricación y venta de consumo masivo, sector en el que Guanalema ya había tenido tres años de experiencia anteriormente. La hallaron en una empresa que atravesaba una difícil situación económica.

La pareja encontró un negocio que producía cueros reventados con el nombre Shalom. Esta empresa vendió a Guanalema y Toapanta el ‘know how’ y la marca. La inversión inicial de los esposos fue de USD 35 000 en esta compra y en maquinaria; luego destinaron otros USD 25 000 para adecuaciones, obtención del registro sanitario, contratar a un ingeniero en alimentos, entre otros.

Ambos cambiaron el nombre anterior por el de Shalitos. El primer producto que se desarrolló fueron los cueros reventados, principalmente para uso en locros.

Los emprendedores enfrentaron dificultades, entre ellas la mala repu­tación que dejaron los anteriores dueños del negocio, lo que hizo que muchos proveedores, al creer que eran los mismos, no quisieran darles crédito. Tenían que comprar la materia prima de contado, en un inicio.

Conforme se fue estabilizando el negocio, los emprendedores sacaron tres presentaciones de cueros. Para 2016 se lanzó una línea de tostado y las ventas crecieron.

En ese momento se decidió hacer otra inversión en maquinaria, importada de China. Un año después se incursionó en otras líneas como papas artesanales y chifles. El negocio empezaba a despuntar.

La empresa desarrolló un equipo de ventas y de distribución en el sur de Quito. Fue un éxito total, ya que logró entrar en tiendas de esa zona.

Comlasa, sin embargo, quería expandirse y desarrolló un programa piloto para distribución tienda a tienda con personal propio. Con ocho vendedores la compañía decidió expandirse en el norte de Quito.

Este crecimiento obligó a realizar una nueva importación de maquinaria desde China, particularmente destinada a frituras.

La empresa cuenta hoy con otras líneas como habas, papas chips en funda laminada, gomitas, variedades de chifles y tostado con otros ingredientes. Son en total 27 productos.

Para el chicharrón se usa cerdo importado de Chile, Canadá y España. El maíz para el tostado es de la variedad mishca, que se produce en el centro del país; es un grano grande y suave.
También hay una selección rigurosa en la compra de papas, maqueños, etc.

Su éxito está en la fuerza de ventas, dice Guanalema. “Desde el inicio estuvo totalmente automatizada. Siempre hacemos encuestas a nuestros clientes, que son 25 000 en Quito”. La compañía también ofrece sus productos en otras provincias, entre las que están Cotopaxi, Chimborazo, Imbabura, Carchi y Sucumbíos.

A corto plazo la empresa busca expandirse hacia la Costa y más adelante empezar a exportar a la región.

La producción de esta empresa se realiza en su planta del sector de La Ecuatoriana, en el sur de Quito, donde trabajan 58 personas.

Próximamente, los dueños buscan ampliar la planta porque consideran que por la alta producción alcanzado comienza a faltarles espacio en el área de almacenamiento.

Asimismo, desde este año la compañía se está preparando para certificar la fábrica con Buenas Prácticas de Manufactura (BPM). “Una vez que tengamos la certificación, vamos a evaluar el tema de la exportación. Hemos recibido un par de propuestas, sobre todo en Centroamérica. Hoy atendemos al mercado local, con calidad”, explica el dueño.

Una estrategia importante que han desarrollado los emprendedores es tomar en cuenta los requerimientos y capacidades de las tiendas. Entregan solo el producto que los tenderos necesitan, ya que no siempre están en capacidad de llevar volúmenes grandes, porque no se vende todo.

Carlos Paredes, dueño del micromercado Charly & Charly, considera buena la metodología que aplica este negocio. Asegura que los ‘snacks’ tradicionales tienen alta demanda dentro de la población.