Diana Aguilar es ingeniera agroindustrial. Ella está al frente de esta iniciativa que se instaló en el cantón Antonio Ante, en Imbabura. Foto: José Luis Rosales / LÍDERES

Diana Aguilar es ingeniera agroindustrial. Ella está al frente de esta iniciativa que se instaló en el cantón Antonio Ante, en Imbabura. Foto: José Luis Rosales / LÍDERES

El turrón es el producto principal de su negocio

24 de noviembre de 2020 15:42

Diana, Karina, David y Damián Aguilar Cadena crearon, en el 2018, Campo Real. Este emprendimiento familiar surgió para dar un valor agregado a la miel de abeja.

El negocio, domiciliado en la parroquia de San Roque, en Antonio Ante (Imbabura), empezó con la producción de turrones con este néctar y otros frutos deshidratados. Ahora busca incursionar en la línea de granos secos.

Diana Aguilar es ingeniera agroindustrial. Ella renunció a su trabajo en una firma de alimentos y se puso al frente de esta iniciativa, que se abre campo en supermercados, tiendas, cafeterías. La joven recuerda que todo empezó luego que su hermano David, como pasatiempo, instaló -tres años antes de iniciar el negocio-, un panal junto a la casa de la familia.

Él es ingeniero agrónomo y en sus tiempos libres y los fines de semana se interesó por la apicultura. En los inicios, la miel la vendían en envases de plástico y de cristal; en este último artículo, empezaron a incorporar una etiqueta con la marca de Honey Campo Real.

En el logotipo del producto se resalta una corona en alusión a la abeja reina. Este diseño fue creado por Damián, el menor de los cuatro hermanos, que estudia la carrera de diseño y publicidad.

Esta microempresa empezó con una inversión de USD 1 800, que se destinaron para la adquisición de utensilios y artefactos para el proceso de fabricación.

El funcionamiento responde a un trabajo en equipo. David abastece la materia prima, Diana y Karina se encargan de la producción; Damián, de la imagen del negocio y el manejo de redes sociales.

Las hermanas investigaron los ingredientes de la receta y cómo se elabora este manjar de origen mediterráneo.

En la cocina de la casa hicieron los primeros ensayos. Ahí lograron el punto exacto del caramelo para que tenga una consistencia blanda, que caracteriza a los turrones de Campo Real.

Ahora se oferta cuatro sabores: el clásico de almendras, almendra con cacao, almendra con piña y almendra con uvilla. Hay presentaciones de 35 gramos.

Hicieron varias degustaciones y comprobaron que el bocadillo empezó a tener buena aceptación.

Al igual que la miel de abeja, los primeros turrones empezaron a venderlos entre los vecinos.
En estos dos años de operaciones han mejorado el proceso de elaboración artesanal. Al principio producían 18 unidades en cuatro horas y ahora 60, en una hora.

Los cuatro emprendedores se distribuyen las labores en los proceso de cocción de la miel, el pesado, moldeado y empacado.

Para incrementar el mercado para sus productos, los emprendedores participaron en una rueda de negocios en la que estuvieron cadenas de supermercados, hoteles, restaurantes, entre otros.

El año pasado ingresaron a una cadena de alimentos nacional y ahora buscan conquistar a otros establecimientos. Al mes producen entre 2 000 y 2 200 turrones.

Antes de la pandemia, los productos también los promocionaban en ferias que se realizaron en Ibarra, Quito y Guayaquil. En esta última ciudad participaron en la rueda de negocios de ProEcuador. En este año la mayoría de exposiciones han sido virtuales.

Campo Real espera incursionar en nuevas líneas de alimentos. Ahora busca mercado para la venta de maíz y fréjol, de 450 gramos, y quinua y lenteja, de 500.

Diana Aguilar señala que quieren aprovechar que San Roque es productora de maíz y fréjol, y tender lazos comerciales con los agricultores. “Lo que buscamos no es solo quedarnos en el nicho de la miel, sino ofrecer una gama de productos”. Por eso, añade, hay nuevos proyectos en los que planean incursionar.

1800  dólares fue la inversión inicial de este emprendimiento en Imbabura.