El capuchón microperforado es una de las variedades que ofrece Capuchón Flowers. Esta característica permite la ventilación de las rosas. Foto: Cortesía Capuchón Flowers

El capuchón microperforado es una de las variedades que ofrece Capuchón Flowers. Esta característica permite la ventilación de las rosas. Foto: Cortesía Capuchón Flowers

La exportación de rosas los impulsó

19 de enero de 2021 12:14

Augusto Mantilla y Esther Cisneros, su esposa, empezaron a transitar en el mundo empresarial hace 24 años, una vez que Mantilla, exmilitar aduanero, pasó al retiro.

Para entonces, 1997, la floricultura era una industria pujante, con un mercado de exportación en expansión. “Allí encontraron un nicho apropiado para emprender”, cuenta César Mantilla Cisneros, gerente administrativo de Capuchón Flowers, compañía fundada por sus padres.

Esta empresa nació con la misión de proveer al sector floricultor de los capuchones de plástico transparentes utilizados en el empaquetado de las rosas para su envío al extranjero.

Con inversión propia y créditos bancarios lograron adquirir las primeras maquinarias para armar los capuchones, todavía de manera artesanal. Luego de casi una década, importaron máquinas desde China, que les permitieron automatizar y diversificar la producción.

El capuchón, que sigue siendo su principal producto, lo ofrecen en distintas variedades: completamente liso, microperforado o macroperforado (con agujeros); con impresiones a color (logos o textos); con diseños en los bordes; con aplicación ‘chequera’ (línea para cortar), entre otras.

La firma comenzó a operar en una propiedad familiar, en el norte de Quito, con el tiempo pasó a un galpón arrendado, también en el norte. Y hace siete años construyó una planta en el sector de Tabacundo (cantón Pedro Moncayo, Pichincha), conocido como ‘Capital Mundial de la Rosa’. En esa sede se invirtieron USD 140 000, sin contar con la adquisición de algunas máquinas. Además, poseen un local de distribución en el sector de Lasso, Latacunga, y oficinas en Quito.

En temporadas como San Valentín y Día de las Madres, la producción es de 4,6 millones de capuchones al mes. El resto del año, de 3 millones de unidades mensuales. El segundo producto que empezó a producir la compañía hace más de 15 años fueron las láminas plásticas, que forman parte de la envoltura de las rosas. En el 2019, sumaron los separadores de bouquets, elaborados en cartón kraft y blancos.

Boop del Ecuador es su proveedor de polipropileno desde hace cerca de 18 años. Al mes le provee entre 35 y 40 toneladas del insumo, detalla Sofía Martínez, ejecutiva de ventas de Boop y quien subraya que han mantenido una buena relación comercial.

Los clientes de Capuchón Flowers se concentran en la Sierra Norte del país. J y M Flowers, localizada en Tabacundo, es su cliente desde hace 15 años. Al mes les compra entre USD 2 500 y 3 000 en capuchones de distintas variedades: simples, con impresiones, microperforados, etc. En temporada alta, llega al doble.

Más del 50% del personal de planta de Capuchón Flowers son mujeres. En el grupo empresarial laboran 31 personas.

Más del 50% del personal de planta de Capuchón Flowers son mujeres. En el grupo empresarial laboran 31 personas.

“El tipo de capuchón depende del cliente, pero también de la distancia que viajará el producto”, explica Tatiana Morales, gerenta propietaria de la florícola. Por ejemplo, hacia Europa envían las rosas en capuchones microperforados para mayor ventilación; cada uno tiene capacidad para 25 tallos. Esta firma exporta a países como Kazajstán, Rusia, Holanda, España, Panamá y Estados Unidos.

Otro de sus clientes en la zona de Tabacundo es Edana Floralba, que exporta rosas desde 2010, año en que comenzó su relación comercial con Capuchón Flowers. Le compra entre 5 000 y 6 000 unidades al mes, para sus envíos hacia Rusia (80%), Europa y algunos países de la ex Unión Soviética, indica Cristina Albuja, gerente financiera de la florícola. “El producto es de alta calidad y son muy puntuales en las entregas”, comenta.

En el 2019, la familia Mantilla fundó Ismaplastic, una compañía hermana con la que ahora distribuyen los productos de Capuchón hacia la Sierra centro del país. También, a partir de esta nueva firma, comercializan artículos de otras marcas que son insumos para la producción de rosas: grapas gruesas, zunchos (cinta de embalaje), guantes, ligas, tijeras para podar, papel periódico, entre otros.

En los últimos dos años, la floricultura sufrió importantes afectaciones a raíz del paro de octubre del 2019 y la pandemia, ocasionando el cierre de algunas empresas, lo que impactó en la liquidez de sus proveedores, explica el gerente administrativo de Capuchón Flowers, que cerró el 2020 con una facturación de USD 2 millones.

Para contrarrestar esta situación, la compañía empezó a ofrecer insumos en los sectores textil y agrícola. Este año construirán una nueva planta en Tabacundo, de 2 500 m², con la que esperan ampliar la producción.

Las cifras
1997 fue el año en que se fundó la empresa Capuchón Flowers.

140 000 dólares fue la inversión en la actual planta, sin contar las maquinarias.

2 500 metros cuadrados tendrá la nueva planta, que construirá este año y cuyo terreno costó USD 50 000.

60 000 dólares fue el capital inicial para la creación de la empresa filial Ismaplastic.

31 empleados  internos y externos tiene la compañía proveedora del sector

César Mantilla / Gerente administrativo
Con el pasar del tiempo se ha arraigado en los principios de la empresa, la necesidad de generar una responsabilidad social empresarial y una equidad de género; apadrinamos proyectos sociales para grupos de atención prioritaria en la zona donde operamos. En la planta de producción, más del 50% del personal son mujeres, con lo que hemos avanzado en romper ciertos estereotipos.