Francisco y Juan Bernardo Mena, junto a Julio Moreno, en el local de Pancos, en el norte de Quito. Foto: Diego Pallero / LÍDERES

Francisco y Juan Bernardo Mena, junto a Julio Moreno, en el local de Pancos, en el norte de Quito. Foto: Diego Pallero / LÍDERES

Las alpargatas que hoy lucen un toque urbano

15 de octubre de 2019 12:49

En el 2012, Francisco Mena fundó su negocio de zapatos artesanales Pancos. Actualmente la iniciativa cuenta con varios puntos de venta en ciudades de Ecuador, un local comercial en Quito, puntos de venta en París y Miami.

Mena recuerda que buscaba adquirir unas alpargatas hechas en Ecuador, pero no encontraba ninguna marca que elaborara este tipo de calzado, así que viajó a Otavalo y encargó la elaboración de un par a un artesano de la localidad. Viendo el potencial del producto, por los comentarios de sus amigos y familiares, invirtió USD 2 000 en 100 pares de alpargatas. Así empezó el emprendimiento, al que luego se sumaron nuevos colaboradores.

Su hermano, Juan Bernardo Mena, se integró al equipo en el 2015, con el objetivo de expandir la venta al exterior, de este modo lograron distribuir su calzado en París y Miami. Julio Moreno también es parte de Pancos, él se encarga del área financiera del negocio.

Francisco comenta que Pancos se caracteriza por ser una empresa con responsabilidad social, que es amigable con el medioambiente y que se maneja en un sistema de comercio justo. “Nuestro calzado se elabora artesanalmente, sin procesos industriales. De esto se encargan artesanos de Otavalo, que realizan el proceso con sus manos”, esto, asegura, es su principal valor agregado.

En Pancos, las alpargatas son el producto estrella. Este calzado busca rescatar la tradición artesanal ecuatoriana, sin dejar de lado la innovación, pues los diseños son a la vez tradicionales y modernos, para llegar al público joven, así lo asegura Moreno. Otras líneas de calzado son sandalias de gamuza, zapatos de cordón, pantuflas y plataformas; estas últimas, similares a las alpargatas, pero con triple suela.

Una de sus clientes es Gabriela Sarmiento. Ella considera que Pancos es una empresa que ha logrado convertir el calzado de la cultura ancestral en un producto de moda, llamativo y buena calidad. “Me gustan porque son distintivos. Cuando viajo, las personas siempre me comentan que les gustan mis zapatos, por su diseño. Además, la entrega es inmediata”.

La elaboración del calzado se hace en Otavalo, en el taller de la empresa, donde laboran ocho personas. Para esto se usan distintos materiales: tela, yute o caucho. A este material se le aplican distintos procesos para asegurar su comodidad en el uso diario.

“Tanto el material como su construcción permiten que el zapato sea muy cómodo al usarlo diariamente, logrando adaptarse al pie. Es una de nuestras características ”, señala Juan Bernardo.

Otra clienta es Lady Peña, quien compra las alpargatas clásicas por su comodidad. “Creo que es una empresa muy seria, entrega los pedidos puntualmente. Uso su calzado para toda ocasión”.

Ventas y planes

Las ventas se hacen principalmente a través de redes sociales, donde Pancos suma más de 100 000 seguidores. Recientemente la empresa abrió su propio local en Quito..

Mensualmente distribuyen un aproximado de 400 pares de zapatos, de sus distintas líneas. La facturación mensual ronda los USD 14 000.

Los planes del negocio son expandirse en Ecuador y en el extranjero. En el país esperan abrir su segundo local comercial en Guayaquil, en el 2020.